¿Qué define a una relación tóxica?
Las relaciones tóxicas son aquellas en las que uno de los miembros da mucho más que el otro, creando vínculos asimétricos y de poca reciprocidad. Son vínculos que nos dejan vacíos, desvalorizados y agotados emocionalmente. En este tipo de relaciones, predominan la baja autoestima y la inseguridad, y a menudo aparecen dependencias emocionales: sentimos que no podemos vivir sin el otro o tenemos miedo de ser rechazados. Estas relaciones no solo afectan a parejas, también se dan en el ámbito laboral, familiar o entre amigos.
¿Cómo reconocer una relación tóxica?
Las relaciones tóxicas se caracterizan por la falta de reciprocidad y la dependencia emocional. Te das cuenta de que es tóxica cuando te sentís constantemente criticado, desvalorado o culpabilizado. Uno de los miembros prioriza las necesidades del otro por encima de las propias, lo que genera una dinámica en la que se alimentan las heridas emocionales de ambos. Además, pueden generarse circuitos de violencia: ya sea física, psicológica o emocional. Reconocer estas señales es vital para dar un paso hacia el autoconocimiento y la mejora personal.
¿Qué diferencias existen entre una relación sana y una tóxica?
Una relación sana se construye sobre la base de la reciprocidad, la autonomía y el respeto mutuo. Ambos miembros del vínculo buscan crecer juntos, no tienen miedo de los conflictos porque los ven como oportunidades para mejorar y evolucionar como pareja. Es fundamental que cada uno mantenga su individualidad y que el amor no se convierta en una necesidad de dependencia, sino en una elección. En una relación sana, ambos apoyan el desarrollo personal del otro, y se esfuerzan por construir un espacio seguro y armonioso.
¿Es posible sanar una relación tóxica?
Claro que sí. Para sanar una relación tóxica, ambos deben estar dispuestos a trabajar en su propio crecimiento y en la relación misma. Es fundamental el autoconocimiento, aprender a identificar qué nos hace mal y por qué repetimos patrones. Muchas veces, la gente se aferra a relaciones que no les hacen bien porque viven con la esperanza de que el otro cambiará, o por miedo a estar solos. Aquí es cuando la terapia y el trabajo de autoayuda pueden ser clave para transformar estos vínculos.
¿Qué papel juega la madurez emocional en las relaciones?
La madurez emocional es fundamental. A lo largo de la vida, todos atravesamos situaciones difíciles que nos marcan emocionalmente. La forma en que manejamos esas experiencias es lo que define nuestra madurez emocional. En una relación sana, no se trata de no discutir nunca, sino de saber cómo manejar los desacuerdos de manera respetuosa, sin caer en la agresividad. Es esencial poder hablar desde el corazón, expresar las emociones de manera saludable y estar dispuestos a crecer juntos, aún cuando las diferencias surjan.
¿Qué importancia tiene la terapia en la mejora de los vínculos?
La terapia es un espacio esencial para el autoconocimiento. Poder hablar con un profesional nos permite reconocer nuestras creencias limitantes, esas que nos atan a patrones destructivos. La terapia ayuda a aumentar nuestra autoestima y autovaloración, y a comprender mejor nuestras necesidades y deseos. También ofrece herramientas para mejorar nuestra comunicación en las relaciones. Cuando uno no sabe lo que quiere o necesita, es difícil encontrar a alguien compatible. La terapia ayuda a enfocar nuestra vida, a superar heridas del pasado y a aprender a construir relaciones más saludables.
¿Qué consejos darías para identificar si estamos en una relación que nos beneficia o nos daña?
Lo más importante es que te sientas en paz contigo mismo. Si una relación te genera más angustia, ansiedad o sufrimiento que bienestar, es hora de reflexionar. Pregúntate: ¿Qué estoy dando y qué estoy recibiendo? ¿Esta relación me ayuda a ser la mejor versión de mí mismo? Una relación sana es aquella que te impulsa a crecer, no a quedarte estancado en la tristeza o la inseguridad. Además, en una relación sana, ambos deben estar dispuestos a sanar y mejorar, no solo a culparse o a cambiar por el otro.
¿Es posible tener una relación “perfecta”?
El concepto de “relación perfecta” no existe. Las relaciones son complejas y requieren esfuerzo y dedicación. El amor verdadero es el que se construye día a día, enfrentando juntos los desafíos. No se trata de encontrar a una persona sin defectos, sino de aprender a aceptar los defectos del otro y a encontrar juntos la paz. La clave es la conexión real y la capacidad de crecer juntos, compartiendo tanto los momentos felices como los difíciles.
En resumen, ¿cómo se puede construir un amor sano?
El amor sano se basa en la libertad, la autonomía y el respeto mutuo. En una relación sana, ambos se apoyan para crecer, se comunican de manera honesta y respetuosa, y se preocupan por el bienestar del otro sin perder su individualidad. Se trata de ser el apoyo emocional del otro cuando las cosas van mal, de estar ahí en los momentos frágiles y de ser capaces de reconocer y trabajar en nuestras propias heridas. Un amor sano no significa ausencia de conflictos, sino la capacidad de enfrentarlos de manera madura y con respeto.
La Lic. Flavia Lovisi, psicóloga, brinda atención tanto presencial en el partido de Tigre como virtualmente desde cualquier parte del país. Para más información, podés contactarla a través de WhatsApp al 1164458220 o seguirla en Instagram (@lic.flavialovisi).