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¿Qué es el dengue?
El dengue es un virus que se transmite a través de la picadura de un mosquito (Aedes Aegypti) previamente infectado por haber picado a otra persona con dengue. Es decir, para que se produzca el contagio se necesita sí o sí al mosquito, puesto que la enfermedad no se transmite a través del contacto entre personas.
¿Los bebés y niños pueden enfermarse?
Los niños también pueden contraer la enfermedad, aunque el curso de la misma suele ser más leve e incluso asintomática.
¿Cuándo sospechar dengue en infancias?
El síntoma cardinal es la fiebre, en general persistente y de difícil control. A esta se le suman al menos uno de los siguientes síntomas: dolor de cabeza, dolor retro ocular, dolor muscular o articular, pérdida de apetito marcado, erupciones en la piel, vómitos o náuseas y/o dolor abdominal intenso.
Ante la presencia de los mismos se debe consultar al pediatra de cabecera o concurrir a un centro de atención médica para valoración.
Hay que tener en cuenta que el dolor corporal, la pérdida de apetito y la cefalea son muy comunes en los niños cuando tienen fiebre, por lo que no siempre estos síntomas serán sinónimo de dengue.
Para confirmar el diagnóstico, es posible que el pediatra solicite un análisis de sangre que busca, por un lado, confirmar la circulación de virus en la sangre y, por otro, evaluar el impacto de la infección en el organismo: caída de plaquetas (células encargadas de la coagulación, lo que predispone a sangrados), caída de glóbulos blancos (células a cargo de las defensas) y concentración de la sangre por pérdida de líquidos. En función al estado general puede que se decida demorar unos días la extracción de sangre e iniciar igualmente el tratamiento de forma ambulatoria.
La fiebre del dengue suele durar menos de una semana, pero es el momento en que cede la fiebre el periodo crítico donde suelen aparecer la mayor parte de las complicaciones. Por este motivo es fundamental concurrir a los controles indicados por el médico, aún con mejoría de la curva febril.
¿Cuál es el tratamiento?
Al ser una enfermedad viral no hay tratamiento específico, sino que el mismo apunta a controlar los síntomas y a evitar la transmisión.
Ante la sospecha o tras el diagnóstico se debe:
- Evitar el uso de aspirina e ibuprofeno, administrando paracetamol para el descenso de la fiebre
- Administrar líquidos (agua, sales de rehidratacion oral, leche) de forma frecuente y abundante.
- Hacer reposo
- Usar repelentes con DEET o ICARIDINA en su composición y reponerlo de forma frecuente según lo indique el envase.
- Mantener ventanas cerradas si no se cuenta con mosquiteros y evitar acumulación de agua en el hogar.
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Dra. Rocío Delgué
Directora Médica de La Madriguera Espacio Pediátrico
Pediatra
MN 157384
