Al aprender no sólo adquirimos y/o transformamos conocimientos, habilidades, valores y actitudes; sino que experimentamos diferentes formas de acceder al conocimiento.
Es un hecho que las personas siempre estamos aprendiendo, reaprendiendo o desaprendiendo y es importante saber acerca de cómo “aprender a aprender”. Conocernos en nuestras fortalezas y debilidades; así como en nuestros modos de aprender.
Este aprendizaje resulta esencial en las escuelas. Alumnos y alumnas necesitan no sólo saber aprender, sino como hacerlo desde sus propias potencialidades. Desarrollar un espíritu crítico y un observador de múltiples miradas; capaz de visualizar alternativas y posibilidades para poner en juego a la hora de resolver, decidir, planificar y crear.
En este sentido; en la escuela deberían poder:
1-Detenerse a observar su aprendizaje, a sabiendas de lo que tienen que hacer y lo que se espera de su aprender; volviéndose protagonistas de sus propios procesos de aprendizaje.
2-Decidir y elegir el camino, las estrategias y los recursos más pertinentes para las metas propuestas. Para lo cual deben haberse garantizado con anterioridad; entornos de aprendizaje en los que se haya podido aprender a hacer un uso intencional del pensamiento; desarrollando habilidades para comprender y explorar diferentes alternativas. Preguntar, re preguntar y argumentar.
3-Distinguir errores y obstáculos en el camino como verdaderas oportunidades para aprender.
4-Autoevaluar el alcance de sus logros. Revisar procesos de aprendizaje y documentar resultados; aciertos y desaciertos. Hacer valiosas distinciones de estos procesos y resignificar lo aprendido para avanzar en nuevos propósitos.
El coaching educativo; en su esencia, propósitos y tipo de lenguaje utilizado; es una poderosa herramienta para la autogestión de aprendizajes favorecedores de la autonomía. Aprendizajes a partir del desarrollo de verdaderas competencias intrapersonales e interpersonales.
En la sistematización de su implementación; se va gestando una cultura escolar que promueve el desarrollo de aprendizajes más conscientes y un enfoque que:
- Observa desde otro lugar
- Prioriza diferentes valoraciones
- Contempla diferentes tiempos en los procesos de aprendizaje
- Abraza, emociona, apasiona y contiene
Nos trae al consciente, vivencias escolares de un modo más presente; generando un espacio para reflexionar y preguntarnos: ¿Qué enseñamos? ¿Cómo y para qué lo hacemos?; ¿Qué aprendemos? ¿Cómo y para qué lo hacemos?
Lic. Flavia Sarquís
Educadora
Gestión Educativa
Coach Ontológico Acreditado AAcop-Ficop
Coach Educativo y Sistémico Organizacional
Diplomada en EE y Coaching
Asesora Pedagógica
Capacitación y Formación Docente
Email: [email protected]
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