El juego tiene un sinfín de beneficios en el desarrollo de las habilidades cognitivas, sociales y comunicativas en la infancia.
Díganme si no les resulta maravilloso observar el juego en sus hijos, las conversaciones que crean, las estrategias que implementan, las expresiones que realizan, los escenarios que arman.
¿Sabían que fomentar el juego en la infancia tiene beneficios en el desarrollo físico, psíquico y afectivo del niño?
Si, como lo escuchan. En el caso del Juego Simbólico este es un juego espontáneo en el que el niño pasa de lo real a lo imaginario en un mismo instante.
Es además una actividad que les habilita la posibilidad de ampliar progresivamente su lenguaje, de representar situaciones vividas, aumenta el desarrollo de la empatía, contribuye a su desarrollo emocional y favorece la creatividad. Por eso es tan valioso el poder sentarte a jugar con tu hijo e introducirte en ese fantástico mundo simbólico al que, en más de una oportunidad, suele invitarte a compartir.
Muchos papás y mamás se pregunten también cómo hacer para que sus hijos jueguen solos. Bueno aquí es importante mencionar que es absolutamente normal que los niños se aburran y siempre que suceda esto recuerda que tu función no es entretenerlos todo el tiempo. Tu trabajo aquí como mamá o papá es acompañarlo y guiarlo en cada uno de sus aprendizajes y en cada etapa de su crecimiento. No podemos evitar que se enojen, aburran y muchos menos se frustren y tampoco es bueno privarlo de que sientan todo esto. Pero si podemos acompañarlos y validar sus emociones en cada una de estas situaciones.
Si compartimos momentos de juego con nuestros hijos ellos podrán desarrollar más fácilmente el juego autónomo, es decir, aquel juego en el que logra jugar solo. Este tipo de juego también tiene beneficios en la infancia pero lo más importante a destacar es que se va adquiriendo con el tiempo a medida que el niño va creciendo. El tiempo de atención y concentración es algo que también va aumentando a medida que el niño crece, por lo tanto esos lapsos de pequeños minutos irán aumentando con la edad. De todas maneras es necesario mencionar que cada niño es único y diferente.
¿Sabías que hay acciones que podemos hacer los adultos para fomentar ese juego autónomo?
Como mencionamos anteriormente es primordial poder buscar momentos para jugar con nuestros hijos y en esos momentos de juego los niños deben ser los protagonistas. Brindémosle momentos de juego pero de manera plena, sin distracciones (celulares, quehaceres de la casa, trabajo) y así sabrá que si te necesita allí estarás.
Crear ambientes organizados favorece la autonomía. Pensemos que si hay una habitación con juguetes tirados por todos lados y en multitud, es muy probable que esto lo desorganice y no sepa con que jugar. La rotación de juguetes es una buena opción y siempre priorizar los intereses del niño.
Finalmente mencionar que lo más valioso de todo esto es recordar que esos momentos de juego son los que quedaran grabados en nuestra mente y corazón y puedo asegurarte que en la de ellos también.
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Noelia Cáceres, Licenciada en Psicología
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