lunes 21 de abril del 2025

Empresas familiares: cómo profesionalizar sin perder identidad

Pablo Cardozo, consultor especializado en estrategias para PyMEs, analiza los principales desafíos que enfrentan las empresas familiares y comparte claves para crecer sin descuidar el legado.

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Empresas familiares: cómo profesionalizar sin perder identidad. | CREDITO CARAS
CREDITO CARAS

Las empresas familiares representan un porcentaje altísimo del ecosistema emprendedor en Argentina y en Latinoamérica. Son el motor de muchas economías regionales, pero también enfrentan obstáculos muy particulares como conflictos personales, falta de profesionalización o, incluso, resistencia al cambio.

Así, el desafío más grande no es económico, sino emocional. En muchas de estas empresas se mezcla la historia, los vínculos y las decisiones del negocio. Por eso, el primer paso es ordenar la comunicación y establecer procesos claros, sin dejar de lado los valores que las hicieron crecer.

Por ello, profesionalizar no significa perder la esencia, sino crear estructuras que permitan tomar mejores decisiones, delegar funciones y proyectar el crecimiento. Desde Wemakers, acompañamos a empresas familiares en ese proceso: revisar su estrategia comercial, distribuir roles con claridad, planificar el recambio generacional y ordenar lo que hasta hoy se resolvía "a pulmón".

Además, es clave animarse a abrir nuevos canales, incorporar tecnología y crear un entorno donde trabajar en familia no sea una carga, sino una ventaja competitiva. Es decir, Invertir en formación, incorporar herramientas digitales y fomentar una cultura de diálogo y planificación a largo plazo son pasos fundamentales. Solo así se logra una empresa más sólida, preparada para crecer sin perder su identidad.

Muchas veces, el gran cambio empieza cuando la familia empresaria se anima a salir del día a día operativo para pensar estratégicamente y, por ello, identificar las fortalezas del modelo familiar, alinear la visión de las distintas generaciones y abrir espacios de escucha son claves para una evolución sana. También es fundamental establecer reglas claras, desde protocolos familiares hasta políticas de incorporación y sucesión, con el fin de evitar conflictos y permitir que cada miembro sepa qué lugar ocupa y qué se espera de él o ella.

Por último, es importante entender que el crecimiento sostenible requiere de una mirada externa que acompañe el proceso sin imponer. El rol del consultor no es reemplazar, sino guiar, aportar herramientas y facilitar el cambio desde el respeto por la historia de la empresa. Las empresas familiares tienen un enorme potencial, y con los apoyos adecuados pueden escalar, innovar y seguir siendo un pilar fundamental del desarrollo económico y social de la región.

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