viernes 26 de abril del 2024

Espacio Terapéutico Alojar: sesiones de reencuentro y reflexión

Las profesionales nos comentan sobre el abordaje de sus pacientes y como, a través de sus consultas online y presenciales, buscan ayudarlos a solucionar sus conflictos y darles herramientas útiles para su presente. ¡No te lo pierdas!

En Espacio Terapéutico Alojar se definen como un lugar de encuentro con uno mismo. Con un modelo integrativo de abordaje, las Licenciadas Melisa Biasutto, Yanina Neme Villarroel y Florencia Guillaumet plantean un espacio que está abierto al cambio y a una búsqueda constante de nuevos conocimientos. Hoy charlan con Caras y nos cuentan cómo han sido estos comienzos.

“Nosotras desde el lugar de terapeutas psicólogas, abrimos la consulta para esa persona que llega en un momento de su vida en el que necesita ser escuchada. Para ello, trabajamos desde diferentes enfoques de acuerdo con cada persona, desde una mirada holística e integrativa. Consideramos a la persona como un ser físico, psicológico, social y espiritual, dentro de un contexto particular”, remarcan las profesionales.

Con objetivos claro y con el fin de brindar un servicio de calidad desde Alojar pretenden generar un efecto terapéutico desde el momento que las personas se acercan al espacio a demandar atención, para poder ayudarlos en sus procesos. “Consideramos que en el nombre Alojar quedan implícitos nuestros propósitos. Realizamos un abordaje desde el vínculo que se construye entre el consultante y el profesional haciendo énfasis en la autonomía de la persona y en el potencial de cada uno para recuperar su bienestar”.

¿Hace cuánto realizan la profesión y cómo nació Espacio Alojar?

Nosotras venimos ejerciendo esta hermosa profesión como psicólogas matriculadas hace ya algunos años. Siempre especializándonos y con una gran pasión en el trabajo clínico. No es casual que hayamos elegido la psicología como nuestra profesión y forma de vida, todas la sentimos como nuestra vocación y la amamos profundamente.

Antes de llegar a esta instancia de nuestras carreras, cada una tuvo experiencias de aprendizajes, que nos fueron preparando hasta llegar a atender un consultorio, con todo lo que ello implica. Desde prácticas en la facultad, pasando por voluntariados y experiencias de trabajo ad honorem. 

Espacio Terapéutico Alojar nace en el encuentro en los pasillos de un espacio de consultorios en donde trabajábamos hace un tiempo. En el día a día entre conversaciones y mates se fue forjando un vínculo entre nosotras. A partir de eso surgieron encuentros fuera del centro terapéutico y así es como se fue fortaleciendo la relación y nos hicimos amigas. Nos dimos cuenta de que tenemos un modo similar de mirar al paciente y de abordar el tratamiento. A pesar de tener formaciones distintas, compartimos una mirada integral de la persona y a la vez nos complementamos y aprendemos una de la otra. 

Luego de un tiempo, nos encontramos en una situación en donde surge un deseo mutuo: el de formar nuestro propio centro, un espacio para alojarnos entre nosotras y a la vez alojar a todos quienes deseen pasar por él.

Teníamos la necesidad de sentirnos valoradas en nuestra profesión. De saber que, nuestros ideales y deseos de crecimiento profesional, de alguna manera podían encontrar un rumbo en compañía de colegas que estén en el mismo barco. De la movilización que se generaba cada vez que hablábamos de nuestros objetivos, devino ALOJAR, como por fuerza y empuje hacia lo posible, hacia el empoderamiento de una propuesta que al pensarla individualmente se sentía muy lejana.

Con el nombre Alojar simbolizamos la intención de brindar un espacio que resulte terapéutico desde el sentido mismo de la palabra. Algo es terapéutico cuando produce un cambio. Alojar significa: “Servir un lugar de vivienda a alguien durante un tiempo” o “Instalar o tener viviendo a una persona temporalmente en la casa propia”.

Eso es lo que buscamos, que quienes pasen por el espacio se sientan cómodos y que durante ese proceso puedan generar sus propias herramientas, capacidades y empoderarse para seguir sus propios caminos. 

Asimismo, nos encantaría recibir en nuestro espacio, además de personas que necesitan de un proceso terapéutico, a los colegas que quieran dar sus pasos en este lugar, y que encuentren oportunidades de crecimiento como profesionales de la salud. 

¿Cuáles son las modalidades y metodologías de consulta? ¿Actualmente están atendiendo online por el aislamiento social obligatorio?

Trabajamos desde una modalidad de psicoterapia individual, con la posibilidad de intervenir en red con otros profesionales de la salud de otras disciplinas de acuerdo a si el caso necesita de un abordaje interdisciplinario.

Se hace una recepción de la demanda de quien se comunica con nuestro espacio, y de acuerdo con el motivo de consulta se designa alguna de nosotras para llevar a cabo el tratamiento necesario. 

Actualmente estamos atendiendo de manera virtual. La psicoterapia online es una herramienta cada vez más popular en el ámbito de los servicios de atención a la salud mental. Esta forma de intervención terapéutica tiene muchos beneficios, pero como durante mucho tiempo la única opción ha sido de manera presencial, todavía hay gente que desconoce esta alternativa.

Entre los beneficios que esta nos aporta podemos decir que: nos da más tiempo para otras cosas, porque no hace falta desplazarse para ir al centro de psicología o al consultorio correspondiente y aporta más flexibilidad horaria ya que el tiempo dedicado a la terapia puede encajar mejor en nuestros horarios.

A su vez podemos agregar, que para el formato online no hay límites geográficos, da lo mismo si entre la persona y el profesional hay 20 minutos a pie o 4 horas en auto; ofrece un entorno de confianza, es más accesible a las personas con movilidad reducida, además de que tiene la misma eficacia que la terapia presencial.

Por estas razones consideramos que el aislamiento no es un motivo que impida la continuidad o inicio de un tratamiento psicoterapéutico. !Al contrario! Es importante que podamos sentirnos acompañados en estos momentos difíciles. 

¿Cuáles son las demandas más comunes? 

 Actualmente las demandas más comunes que llegan al consultorio son la gran mayoría debido al COVID-19 y al aislamiento social obligatorio que estamos viviendo de forma impuesta.  A partir de esto los psicólogos tenemos un rol y desafío muy grande en adelante.

 Las personas que llegan al espacio manifiestan su preocupación por el aspecto económico a nivel país que atraviesa a todos, y por la situación económica particular que está vivenciando cada uno.

Además, el malestar general que trae la situación de aislamiento, síntomas de ansiedad, miedo, angustia, incertidumbre, insomnio, problemas de convivencia entre los integrantes de la familia, entre tantos más.

Nos siguen llegando consultas por las problemáticas más comunes que llegan normalmente por conflictos de pareja, ataques de pánico, miedo a la soledad, trastornos de ansiedad, depresión, adicciones, problemas de autoestima, el estrés del día a día en un mundo donde las exigencias sobrepasan el umbral de lo posible. 

Todas estas problemáticas se abordan desde el vínculo terapéutico que se va construyendo entre la profesional y el consultante. Este es un vínculo de confianza, desde lo profesional, en el que cada uno pone en juego vivencias y saberes que tiene un inicio y un final marcado por el logro de ciertos objetivos terapéuticos.

El vínculo con cada paciente es diferente, pero, aun así, siempre está mediado por la empatía, comprensión, validación y aceptación. Consideramos de vital importancia que la persona pueda sentirse en un espacio de intimidad donde no será juzgada.

Este vínculo se va consolidando en cada sesión y es fundamental en el inicio y desarrollo del proceso terapéutico, ya que nos convoca a ambos en un hacer, en un pensar, en un sentir, en un interrogarse o replantearse, para que pueda darse un proceso de transformación y resolución en la persona. 

 ¿Cuáles son las mayores satisfacciones que les da su trabajo?

 La mayor satisfacción se genera desde el inicio de la terapia cuando se observa al paciente comprometido con la misma y cuando se establece el vínculo. Luego, es maravilloso la evolución que va haciendo la persona.

Primero, el darse cuenta de lo qué le está sucediendo, cuáles son sus verdaderas necesidades y deseos para así tomar contacto con ello y comenzar a utilizar sus propios recursos para resolver la problemática que lo trae a terapia.

En nuestro trabajo somos espectadoras constantes de procesos emocionales a veces muy complejos, y poder estar ahí, acompañar a las personas, por ejemplo, a dejar un trabajo que le genera malestar, a modificar sus formas de vincularse, revivir historias que producen dolor, a contar secretos nunca antes verbalizados, solucionar conflictos, afrontar sus miedos, reparar vínculos, comenzar nuevas actividades que son un desafío, a gestionar sus emociones y sobre todo a aprender a amarse a sí mismo.

Son situaciones en las que vivimos con ellos sus dolores, miedos, tristezas, enojos y alegrías, y lo que realmente nos da satisfacción, son las transformaciones y cambios que producen las personas en sus vidas, que le generan mayor bienestar y calidad de vida.

Algunas de las expresiones que nos manifiestan son: “siento que me saqué una mochila de encima”, “me siento mucho más liviano”, “ahora que me lo preguntas lo puedo ver”, “ahora puedo ver los conflictos de otra forma”, “ya no siento el dolor en el pecho que sentía”. Cuando escuchamos esto, nos damos cuenta de que hay algo en la persona que se transformó y es un gran avance en la terapia.

Conoce más ingresando en sus perfiles de Instagram y Facebook.

Licenciadas Melisa Biasutto (MP 11142) - Yanina Neme Villarroel (MP 11761) - Florencia Guillaumet (MP 11701).

En esta Nota