Inflamación silenciosa y energía vital: cómo cuidar tus células desde adentro hacia afuera

Vivimos inmersos en una rutina que muchas veces nos desconecta de lo esencial: el cuerpo. Sin darnos cuenta, nos acostumbramos a vivir con fatiga, niebla mental, digestiones pesadas o bajo estado de ánimo. ¿La causa oculta? En muchos casos, es la inflamación celular crónica de bajo grado, un proceso silencioso que deteriora progresivamente la salud desde adentro.

Desde la PsicoNeuroInmunología, entendemos que el cuerpo no enferma en compartimentos: lo físico, lo emocional, lo mental y lo ambiental están íntimamente entrelazados. Cuando sostenemos el estrés crónico, una alimentación inflamatoria y la exposición a tóxicos del ambiente, generamos un estado inflamatorio persistente que afecta directamente el funcionamiento celular.

Uno de los blancos más sensibles es la mitocondria, la “usina” de energía de cada célula. Si estas estructuras se ven dañadas por radicales libres, falta de nutrientes o presencia de metales pesados, la producción de energía (ATP) se reduce, y aparecen síntomas como fatiga crónica, insomnio, ansiedad, niebla mental y alteraciones hormonales.

Toxicidad y metales pesados
La acumulación de toxinas ambientales, especialmente metales pesados como mercurio, plomo, cadmio y aluminio, bloquea rutas metabólicas esenciales. Estas sustancias pueden ingresar por alimentos contaminados, utensilios de cocina, productos cosméticos o agua no filtrada. Los metales pesados alteran la función mitocondrial, aumentan la inflamación y afectan al sistema nervioso y endocrino. Por eso, una depuración consciente del entorno (alimentación orgánica, filtros de agua, cosmética natural) y el uso de agentes quelantes suaves pueden ser aliados importantes.

Inflamación y tiroides
La glándula tiroides es otro órgano clave que sufre en contextos inflamatorios. Necesita un ambiente limpio y nutrientes específicos (selenio, yodo, zinc, tirosina) para funcionar de manera óptima. Es clave mirar más allá del laboratorio convencional y atender al cuerpo como un sistema interconectado.

¿Cómo revertir este proceso?

- Alimentación antiinflamatoria y depurativa
- Activación mitocondrial con movimiento suave y ayuno intermitente
- Reparación emocional y gestión del estrés
- Optimización del sueño y ritmos circadianos
- Detox ambiental y reducción de la carga tóxica
- Apoyo nutricional personalizado

El cuerpo sabe cómo sanar si le damos las condiciones adecuadas. Cuidar tus mitocondrias es recuperar tu energía, claridad y equilibrio hormonal.

¿Querés evaluar tu nivel de inflamación o saber si estás acumulando metales pesados que afectan tu tiroides y tu energía?

Lic. Analia von Staszewski

San Isidro, Buenos Aires

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