martes 22 de octubre del 2024

Laura Ramayo: Transformando Hogares y Vidas a Través del Orden

Laura Ramayo, coach ontológico especializada en organización del hogar, comparte su viaje hacia la creación de un espacio de paz mental. A través de técnicas innovadoras y un enfoque personalizado, ayuda a sus clientes a transformar el caos en orden, mejorando así su bienestar emocional y calidad de vida. Galería de fotosGalería de fotos

CREDITO CARAS

• Laura, ¿qué te llevó a convertirte en coach ontológico y a especializarte en "orden en casa"?
Empecé este trabajo de organización de viviendas como una necesidad personal, al irme a vivir sola y encontrarme con mis cosas y mi realidad. Confieso que no siempre fui ordenada, pero siempre vi el orden como una “idea linda”. Así que me puse a estudiar y a probar técnicas que pudiera implementar en mi casa para poder vivir mejor, libre de ese estrés extra que genera un hogar desordenado. Eso me apasionó y no pude dejarlo nunca más; me cambió la vida. Decidí llevarlo a un negocio que me permitiera vivir de esto y poder ver en la gente ese mismo toque mágico que me ocurrió a mí.

Al encontrarme en diferentes casas y tener la oportunidad de conocer historias, otras vidas y otras miradas, me di cuenta de que me faltaba una herramienta que me facilitara acompañar a las personas a transitar su proceso de cambio del caos al orden. Escucho historias de duelos, de separación, de modelos mentales familiares, discursos personales y costumbres arraigadas desde la infancia, un largo etcétera que los había traído hasta ese presente en el que solicitaban el servicio.

Conocí el coaching ontológico, que en principio era para potenciar mi trabajo, pero lo que más hizo fue potenciarme a mí como persona. Así que, con más razón, elegí fusionar ambas cosas para dar una mejor transformación personal en cada cliente que tengo.

• ¿Cómo defines el concepto de "orden" y por qué crees que es fundamental en la vida de las personas?
Yo lo defino como paz mental y control. Vivimos en un mundo cargado de información exterior, las voces de los demás, la historia que traemos de casa, y eso se va acumulando dentro nuestro. Esto se refleja en lo que pasa en casa; por eso siempre digo que “como tenemos nuestra casa, tenemos nuestra mente” y viceversa. Esto hace que perdamos un poco el control de lo que somos y queremos ser, ya que estamos inmersos en “quehaceres” obligatorios.

Vivir ordenados nos permite elegir cómo queremos vivir, qué cosas tendrán prioridad en nuestra agenda y en qué tiempo. Aprendemos a poner límites y a dejar ir cosas que no son nuestras.

• ¿Cuáles son los beneficios más destacados que has observado en los alumnos y consultantes después de participar en tus workshops y talleres?
Cuando me dicen que pudieron lograr algo que creían imposible. Aún recuerdo la primera vez que una clienta me mandó un mensaje una semana después del taller que había tomado conmigo, en el que me escribió: “me di cuenta de que puedo”. Desde ese día también fue un hallazgo para mí darme cuenta de que no estoy enseñando a ordenar viviendas; estoy cambiando paradigmas mentales que les abren camino.

• A grandes rasgos, ¿qué técnicas o estrategias compartís en tus talleres para ayudar a las personas a lograr un hogar más organizado?
En los talleres les enseño a minimizar tareas que parecen gigantes mediante pequeños pasos que se pueden implementar en cualquier momento y área que requiera orden. Por ejemplo:

  1. Paso 1: VACIAR – SOLTAR – LIMPIAR – ORDENAR. En este punto entramos en el mundo actual que tienen y hacemos un detox enfocados en el área que necesiten.
  2. Paso 2: CATEGORIZAR – Subcategorizar. Una vez terminado el primer paso, elegimos categorías y subcategorías que faciliten el orden y el uso diario, en base a la funcionalidad que tenga cada uno y al estilo de vida que lleven.
  3. Paso 3: ETIQUETAR. Para dar siempre el lugar que se merece cada cosa.
  4. Paso 4: Ir a detalles, revisar, crear. Esto ya es más a nivel personal, en donde tenemos la casa como siempre quisimos y podemos meternos un poco más en detalle con la decoración, volver a revisar si hicimos bien el detox y empezar a crear una nueva vida.

• ¿Qué desafíos comunes enfrentan las personas al intentar mantener el orden en sus hogares y cómo los ayudas a superarlos?
Como mencioné antes, el darse cuenta de que pudieron con algo que creían imposible es el primer paso de algo inmenso. El desafío está en el sostenimiento del hábito nuevo. Pasar del caos al orden es un proceso largo que, para algunos, puede resultar más fácil que para otros, pero que, al fin y al cabo, requiere un cambio de hábitos completo.

En ese punto, pueden solicitar servicio presencial para mantenimiento o asesorías virtuales (que yo prefiero porque hablamos de muchas cosas más que de la casa en sí). Pero siempre les recalco que toda transformación no se da de la noche a la mañana. Lo único que se da de la noche a la mañana es la DECISIÓN de cambio, el famoso “clic”. Después, esto se acompaña con pequeños pasos diarios, a veces hacia adelante, otras veces hacia atrás, pero siempre enfocados en que “una vida ordenada nos facilita tomar otro tipo de decisiones”.

• ¿Cómo ves la relación entre el orden en casa y el bienestar emocional de las personas?
Actualmente estoy enfocándome mucho en las asesorías de coaching con tareas de organización porque les pregunto primero: ¿hacia dónde van y en quién quieren convertirse? Esa pregunta dispara un montón de historias y personajes que no están siendo o que creían querer ser. Con las tareas de organización, les muestro que pueden controlar las decisiones que toman a diario y cómo estas influyen en su vida. La casa siempre acompaña a la persona que estás siendo.

Si tu casa te molesta, hay algo de ti que ya no es congruente con quien quieres ser. O si estás apuntando a un cambio de vida, tu casa, créeme, no va a ser la misma tampoco. Sin ir más lejos, les comparto una anécdota: hace poco, un cliente vino a solicitarme sesiones de coaching. No quería los tips de orden. Así me dijo: “Yo solo quiero que me coachees, no quiero ordenar mi casa”. “Perfecto”, respondí.

Me empezó a contar hacia dónde apuntaba en su vida, pero mencionó que antes tenía que resolver cosas en su trabajo, en su casa con su familia, la venta de unos vehículos viejos que le había dejado su padre y su relación con su hermana, que estaba bastante mal.

Le dije, casi al finalizar la conversación: “Me hace acordar a una cajonera con todos sus cajones atestados de ropa, que no entran y no permiten que los cajones se cierren; y cada dos por tres te das la pierna con alguno de esos cajones a medio cerrar”. Él me respondió, sorprendido: “¡Así tal cual tengo mis cajones!” Sin dudarlo, le di tareas para que organizara esos cajones. Le hice unas preguntas antes, le pedí fotos y le dije que se centrara en eso.

No pasaron dos días cuando me escribió, entre molesto y feliz, porque no sabía que tenía tantas cosas que ya no quería allí, y encontró cosas que hacía tiempo no veía. Lo mismo se reflejó en lo que hablamos en sesiones posteriores sobre sus planes.

Les contaría más de lo que pasó, pero los dejo con la intriga para otro momento. Espero haber respondido a la pregunta de que nuestra casa es quienes somos: ¿están ventilados los ambientes? ¿Entra buena luz natural? ¿Huele bien la casa? Y podría seguir.

Instagram: @laura.ramayo
WhatsApp: +54 9 3412542989

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