Su presencia imponente y carisma natural no pasaron desapercibidos, y rápidamente captaron la atención de grandes referentes del ambiente.
El primer gran hito de su carrera llegó de la mano del reconocido estilista Otto Giovani,
famoso por trabajar con estrellas de talla internacional como Ricky Martin y Farruko. Fue él quien la eligió para una de sus producciones, marcando el inicio de un camino que hoy se proyecta con fuerza en la moda nacional.
Desde entonces, Lucía ha desfilado para diseñadores de renombre como Panni Margot y Darío Fumagali, participando en eventos de alto perfil donde compartió pasarela con figuras emblemáticas como Ingrid Grudke y Hernán Drago. Su profesionalismo, seguridad y estilo versátil la convierten en una modelo que cautiva tanto a diseñadores como al público.
Su crecimiento no se limita solo a la moda. Lucía también se ha destacado en participaciones televisivas, mostrando soltura frente a cámara y un magnetismo que promete trascender la pasarela. “Me gusta estar en movimiento, probar cosas nuevas y crecer en cada experiencia”, confiesa la joven, que complementa su formación con clases de inglés —clave para su proyección internacional— y baile, otra de sus grandes pasiones.
“El baile me conecta conmigo misma. Me da confianza y me permite expresarme de una manera distinta”, cuenta Lucía, que encuentra en esa disciplina no solo una forma de entrenamiento, sino una herramienta emocional y creativa para su desarrollo profesional.
Con una belleza natural, una energía fresca y una actitud enfocada, Lucía González representa a una nueva generación de modelos: comprometidas, formadas y listas para brillar más allá de las fronteras. Su historia apenas comienza, pero cada paso que da reafirma lo que muchos ya intuyen: estamos frente a una futura gran figura de la moda argentina.
Autora: Carla Romero
Publicista y creadora de contenidos



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