Compartí esta nota
Desde los siete años, Nazarena Benítez Orona, fundadora y desarrolladora de Malēk, hace accesorios. “Mi papá me regaló un kit de pinzas, alambre de alpaca y mostacillas, y esta actividad fue y es la más constante de mi vida. Nunca la dejé y cada vez fui probando con distintos materiales hasta llegar al que, hoy en día, es el principal de la marca, el cuero”, recuerda Nazarena.
¿Además de hobby fue su primera actividad comercial?
En mi adolescencia empecé vendiendo, pero nada formal, solo para tener algunos extras y comprarme algunas cositas. Siempre me gustó más que vender, que a las chicas o mujeres les encantara lo que yo hacía, y que realmente lo quisieran. En 2015 dejé la carrera de Medicina que estaba cursando y, sabiendo que quería dedicarme 100% a tener mi emprendimiento, decidí entrar a la carrera de Administración de Empresas, después de pensarlo por más de un año. Fue un gran cambio y un gran desafío dejar todo atrás, para dedicarme a lo que más me gustaba. Busqué un trabajo de medio tiempo que me permitiera financiar los estudios, y a los dos años decidí arrancar con la marca.
¿De dónde proviene el nombre Malēk?
Malēk es el nombre de mi perrito. Siempre me encantó, y cuando buscaba el nombre para la marca, que me costó muchísimo, me di cuenta que estaba más cerca de lo que pensaba. Cuando empezamos, la idea original era hacer collares para mascotas y combinarlas con los propios accesorios. Después, por cuestiones de demanda, la idea fue mutando. Pero no descarto retomarlo.
¿Cómo fue el inicio hace tres años?
En mayo de 2017 iniciamos el emprendimiento después de un viaje del que volví decidida a que ya tenía que empezar. Mi novio Sebastián y mi mama Alejandra fueron los grandes pilares. Seba, si bien es Ing. Agrimensor, al principio hacia los accesorios a mi par. Nos pasábamos horas y horas cortando cuero, remachando, cementando brazaletes.
Recuerdo varios viernes y sábados de madrugada haciendo los accesorios. En ese momento los dos trabajábamos en relación de dependencia, por eso los fines de semana era el momento de producir. Por otro lado, mi madre, Alejandra. Ella es la mejor vendedora de la historia. Todo el mundo la quisiera tener en su local para vender; además, se encarga de todo con respecto a las ventas y desde el día uno se puso la empresa al hombro.
¿Cuáles son los artículos que integran la colección de Malēk?
Siempre me gustó la moda y la tendencia, pero a su vez también me gustaba lo clásico, aquello que no pasa de moda. Creo que eso de lo clásico se lo debo a mi madre. Por eso, a medida que fui desarrollando lo que quería para Malēk fui buscando la tendencia, tratando de adaptarla a lo clásico. Busco que cada producto se amolde al cotidiano pero que sobresalga la calidad. Yo misma busco y elijo cada cuero para cada producto en particular para poder construir productos duraderos.
Ejemplo de eso son los totes, pensados para mujeres que están fuera de su casa todo el día o que van a la universidad. En ellos entra de todo, desde la compu, cuadernos, neceser y demás. La riñonera The Traveler la desarrollé a partir de un viaje que hice en 2014, en el que me di cuenta que lo más cómodo para andar todo el día recorriendo era llevar lo mínimo e indispensable, aunque tenía que entrar pasaporte y los elementales de viaje. Desde aquel momento me convertí en fan de las riñoneras, y hoy en día es uno de los ítems que más representa a la marca.
¿Malēk sigue la premisa del llamado “slow fashion”?
Sí, tratamos de desarrollar productos duraderos, de la mejor calidad posible y adaptándolos a la cotidianeidad, maximizando la comodidad del producto. Siempre estamos buscando las tendencias mundiales y adaptándolas a lo clásico. Mi sueño es lograr que la marca perdure, dedicarme para siempre a esto que amo y que se instale como una marca argentina de tendencias convertidas en clásicos de buena calidad y hechos con el material que más y mejor nos representa.
Conoce más en www.malekbaires.com o en su perfil de Instagram.
Para contacto: Mail - [email protected]
