martes 17 de junio del 2025

Mamá preocupada por la alimentación de su hijo

DRA LELIS 2
Mamá preocupada por la alimentación de su hijo. | CREDITO CARAS
CREDITO CARAS

Hay un evento fisiológico que sucede entre los 18 y 25 meses, la selección de alimentos, que coincide con el hecho de que mamá trabaja, relaciones parentales distorsionadas, cuidado por parte de otras personas, nutrición basada en otras opiniones, como las de maestras, familiares, etc. Como mamá, te sientes un poco resistente a soltar el control, permitiendo que los demás entren en la vida de tu hijo para ofrecer nutrientes biológicos, mentales, emocionales, espirituales, etc., y el niño lo traduce en alimentación física, porque lo que percibe de ti es que tienes culpas y miedos de que la nutrición de tu hijo no pueda ser controlada por ti.

Tu hijo te pedirá horas extras de cocina y alimentos exclusivos, con el afán de traducir lo que percibe de ti.

Pero ahora que sabes que lo que te pide es solo una forma de diálogo, una de las formas en que percibe información de ti, es la oportunidad de relajarte, soltar el control, la culpa y el miedo para disfrutar de lo que vives, valorarte y ver todo lo que estás aportando desde el amor; evita tener miedo a que se quede sin comer si no le haces ese alimento tal como te lo pide, simplemente está hablando en un idioma que aún no habías podido ver y que ahora se te está revelando.

Mamá es quien representa el alimento, a través de la placenta, la teta, los nutrientes biológicos, emocionales, mentales, espirituales y las memorias del ADN de las mujeres del clan.

Si hay algún evento con respecto a la alimentación del bebé que te preocupa o te angustia, observa que los factores son múltiples y se pueden abordar desde diferentes lugares, sobre todo decide con amorosidad qué hacemos con lo que tenemos en ese momento para no caer en la culpabilidad de perpetuar la queja: "el niño selecciona la comida", "el niño no come", etc.

Una alimentación en armonía y equilibrio consiste en:

1.    Nutrientes variados, orgánicos, sobre todo que los consumas tú diariamente, y será tu oportunidad de hacer cambios saludables en tu alimentación.

2.    La hora de comer debe ser consciente y amorosa: mira cómo comes tú y así lo hará tu niño, ¿sientes que lo que recibes es lo que tu cuerpo necesita?

3.    Evita imponer, obligar y presionar a la hora de comer: insistir en un ambiente de tensión, juzgamiento y prejuicios termina por desequilibrarnos.

 

Dra Lelis. Médica pediatra

www.metododralelis.com

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