Lizy Tagliani, una de las figuras más queridas de la televisión argentina, ha hablado en varias ocasiones sobre su presente y el amor por su familia. Sin embargo, sentada en el living de +Caras, la actriz y conductora decidió compartir detalles inéditos de su dura infancia y también reflexiones sobre lo que vivió en su niñez.
Durante la conversación con Héctor Maugeri, el conductor del ciclo de entrevistas que se transmite en las noches de Caras TV, Tagliani recordó algunos de los momentos más difíciles de su vida. “De chica vivía en una piecita en Burzaco. No teníamos baños y tenía que salir a buscar agua a tres cuadras con baldes. Pasamos cosas muy feas, el hambre fue lo menos feo de todo lo que vivimos”, confesó con un tono lleno de nostalgia.
El apoyo incondicional que marcó a Lizy
A pesar de la pobreza y las carencias, Lizy destacó que su madre fue su mayor sostén emocional. “Mi mamá no sabía ni leer ni escribir, pero con nada me dio valores y herramientas para que yo pueda ser quien soy hoy”, expresó la conductora con gratitud.
Otra de las confesiones impactantes de la conductora de La peña de Morfi (Telefe) fue su relato sobre cómo era su vida diaria en esa etapa tan vulnerable. “Mi mamá se iba a trabajar y me quedaba sola con un perro. Nunca jugué de chica, casi no hablaba”, contó, revelando la soledad y el aislamiento que marcaron su infancia.
Un deseo no cumplido de Lizy Tagliani
Finalmente, Lizy Tagliani expresó uno de sus mayores deseos, ahora que es madre de Tati. “Me gustaría decirle ‘mamá, sos abuela’”, reveló emocionada. Este anhelo por compartir su maternidad con su madre demuestra el profundo vínculo que las unió y cómo sigue presente en su vida, a pesar de las adversidades que enfrentaron juntas.
MDP