Llevan tres años juntos, pero no fue hasta marzo de 2020 cuando la llegada de la pandemia los llevó a concretar algo que venían posponiendo: convivir. Y después de meses de compartir el mismo techo, en la casa que el conductor y periodista tiene en la zona norte de Buenos Aires, Coni Mosqueira (27) y Alejandro Fantino (48) encararon unos días de descanso en Miami, el destino de playa que más les gusta.
“Durante meses ninguno pudo ver a su familia, así que para Navidad cada uno se fue con la suya; él a Santa Fé y yo a Bahía Blanca. Después nos juntamos para Año Nuevo en Monte Hermoso y luego nos fuimos a Miami. Estuvimos unos diez días juntos, también alquilamos un auto y nos fuimos a recorrer Naples y después volvimos a South Beach. Tanto para mí como para Ale las vacaciones son en la playa, porque nos gusta el mar y el calor. Además somos muy diurnos, arrancamos tipo nueve de la mañana y aprovechamos el día. Siempre vamos a Miami. Yo tengo amigos y también a mi hermana en Houston, así que aproveché para visitarla.”, afirma la modelo del staff de Multitalent Agency.
“Puedo decir que la convivencia fue una prueba superada, aunque algo forzada por la pandemía (ríe). Decidimos pasar la cuarentena juntos y después ya me quedé (vuelve a reír). Y sí, convivir fortaleció mucho el amor, porque te hace compartir mucho más. Hizo muy bien a la relación, conectamos más. Estamos felices y yo súper contenta y cada día más enamorada”, detalla Coni, quien desde hace tiempo incursiona como diseñadora con su línea de trajes de baño “Bendita by Coni”; a la que este año, adelanta, se agregará una colección de invierno, de pijamas y bodies.
“Yo sigo teniendo mi departamiento en capital por cuestiones de comodidad. A veces tengo que trabajar muy temprano y entonces me quedo a dormir ahí. Pero la mayoría de las noche las paso en Tigre con Ale”, agrega la modelo. Tras el regreso de Fantino a Buenos Aires –”Ale se quedó sólo diez días porque tenía que hacer cuarentena al volver a la Argentina, para empezar con el programa”, aclara- Coni fue invitada a participar de un desfile y también realizó un campaña para autos de gama y otras marcas locales. “No tenía agendado ningún compromiso, pero surgió y al final combiné trabajo y vacaciones”, reconoce.
Y respecto a los cambios que su noviazgo generó en su vida y en su forma de ser, admite: “Me costaba ser demostrativa y Ale me hizo cambiar esa parte más fría de mí: porque él es todo lo contrario, además de ser súper cariñoso. Pero en mi familia somos todos así. Creo que la pandemia también me puso mas sentimental y sensible.”
–Hace un tiempo Alejandro dijo que le gustaría tener mellizos y que “ojalá fuera con Coni”. ¿Hay deseos de ser padres?
–Me encantaría. Mi abuelo era mellizo así que podría llegar a darse. Me gustaría que sean una nena y un nene asi ¡listo! (vuelve a reír). Pero igual no es algo que estemos planeando por el momento. Me gustaría, pero a futuro.
–¿Qué le sensaciones le despierta la maternidad?
–Siento que no es algo que me movilice o quiera ya. Lo que sí me pasó es que en este último tiempo todas mis amigas fueron mamás. Yo por ahora soy tía. Y a Ale le pasa lo mismo, no es que siento la presión suya de querer ser padre. Lo hemos hablado y si llega buenísimo, pero no creo que suceda este año, tampoco el otro. Por ahora estamos muy bien así. Vamos por partes; el año pasado ya probamos la convivencia. Lo bueno es que los dos coincidimos y estamos en la misma sintonía.