Redactora especial
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Karilopez77
José Valosen emprendió un viaje que lo llevó por Milán, Roma y Jerusalén. La idea fue encontrar una nueva expresión en la moda y, le dijo a Caras el diseñador de moda y reconocido sastre, experimentar la inspiración que la capital de la moda siempre le brindó.
“En Milán, me reuní con mi amigo de siempre, Julito Cruz, exjugador del Inter de Milán y de la selección Argentina. Este viaje nació con la intención de establecer un nuevo negocio: una sastrería cómoda y altamente exigente", reveló Valosen.
José Valosen contó por qué Milán es su gran referente.
"Milán es el epicentro de los grandes maestros sartoriales, provenientes del sur y norte de Italia y de otros lugares del mundo. Aquí, en esta ciudad compacta y fácil de recorrer, se encuentran verdaderos artistas del arte de la aguja, la tiza y la tijera. Buscaba un motor creativo, algo distinto, algo que respetara y honrara la tradición sartorial”, aseguró el diseñador de moda y sastre sobre su paso por el destino donde conviven marcas centenarias como Kiton, Isaia y Canali, con nombres modernos como Tom Ford y Brioni.
“Necesitaba empaparme de todo eso. Aquí, en Milán, hay mucha jerarquía y respeto por el cliente, una verdadera declaración de amor al buen gusto. Caminar por sus calles, observar a la gente, sentarme en un café y absorber la diversidad cultural —árabes, japoneses, chinos, latinoamericanos— es una experiencia inmensa”, continuó Valosen sobre su aventura.
“La creatividad, la belleza y la expresión de la confección artesanal no tienen idioma. Todos buscan lo mismo y desean lo mismo. Gracias a una familia amiga, tuve la oportunidad de asistir a la presentación de la última tesis final en el Instituto Marangoni. Ahí, comprobé que hay múltiples formas de comunicar el arte de la moda. Vi a jóvenes talentosos, cultos, creativos, verdaderos protagonistas del futuro de la moda. Este es un negocio que genera mucho trabajo, como por ejemplo en Argentina, la moda genera 800 mil puestos”, agregó el sastre sobre este viaje de inspiración.
Según el reconocido diseñador de alta costura, Argentina, con su riqueza cultural y sus grandes artesanos, tiene el potencial para recuperar su lugar como la Reina del Plata. “Estoy seguro de que Argentina, país federal, volverá a brillar. Esta es mi forma de preparar me, de buscar algo, quizás no total mente nuevo, pero sí reinterpretan do e incorporando la visión de las nuevas generaciones, como Paola, Vale y Agustina, quienes comunican y ven la moda con ojos frescos, más simples y más lujosos”, resaltó Valosen sobre su mirada actual.
Ya en Jerusalén, el modisto asistió también a una boda. “Un evento que me pareció significativo porque, a pesar del conflicto, la gente sigue celebrando el amor. Es te momento fue especial, ya que también me reencontré con mi familia”, contó.
Fascinado con la experiencia y lleno de energía renovadora, el eximio sastre reflexionó sobre su viaje. “En cada rincón de este viaje, descubrí que la moda es una manifestación universal de la creatividad humana. Mi experiencia en Milán, Roma y Jerusalén no solo reforzó mi amor por la sartoria, sino que también me recordó que la tradición y la innovación pueden coexistir armoniosamente. La moda es más que un negocio; es un reflejo de culturas, sueños y aspiraciones. Así como Milán me inspiró, espero que mi trabajo inspire a otros a apreciar y valorar la belleza de lo hecho a mano, a seguir buscando la excelencia y a nunca dejar de soñar”, concluyó.
Agradecimientos: Hobby Studio Creativo