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El desfile extraordinario y altamente convocante de Laurencio Adot tuvo esta vez un propósito humanitario: recaudar fondos para la urgente reparación del gimnasio del Hogar Milagros, ubicado en Billinghurst, provincia de Buenos Aires. Este hogar alberga y asiste a niños en proceso de recuperación de varias afecciones neurológicas, y su gimnasio se encuentra en riesgo de derrumbe.
Así surgió la idea de una tarde/noche mágica en el Alvear Palace Hotel, donde Laurencio presentó en la pasarela su colección Pret Couture Été 25, rodeado de amigos y celebridades que se sumaron a la propuesta, como Nicole Neumann, María Belén Ludueña, Miriam Lanzoni, Elina Costantini, Ingrid Grudke, la esposa del embajador de los Estados Unidos, Wendy Stanley, Susana Roccasalvo, Fabiana Araujo, Christian Sancho, Celeste Muriega, Florencia de la V, Fabián Medina Flores, Guillermo Lobo, Karina Mazzocco, Joel Ledesma, Teresa Calandra, Adriana Salonia, Evelyn Scheidl, Mora Furtado, entre otros. En el evento, Elina Costantini lució su pancita y, además de mostrar su solidaridad, compartió el nombre de la hija que espera junto a su marido, Eduardo: Kahlo Mil.
El diseñador, apenas conoció las urgentes necesidades de estos chicos en una reunión que mantuvo con miembros de la Fundación Paolini, se puso a disposición junto a su socio Thiago Pinheiro y quiso ser uno de los embajadores para concretar este propósito de ayudar a quienes lo necesitan imperiosamente.
La Fundación, independiente de poderes públicos, políticos o religiosos, se planteó desde sus comienzos la misión de acompañar a varios hogares que asisten a niños que sufrieron violencia, maltrato, abuso o explotación, viene desarrollando acciones solidarias y sumando esfuerzos como el de su flamante madrina, Rossella Della Giovampaola, que se incorporó a sus filas, y muy pronto todos visitarán a los niños del hogar para conocer otras necesidades.
Para la apertura del desfile, Adot presentó un video conmovedor en el que junto a Thiago y Rossella hicieron referencia a la importancia de colaborar con los hogares que requieren ayuda día a día.
El público que colmó el salón disfrutó de 54 exclusivos modelos de alta costura y en el final fueron presentados 10 vestidos de novia que se llevaron todos los aplausos. Laurencio destacó la tarea que viene realizando la fundación, cuyo leitmotiv es planificar y ejecutar proyectos de intervención social para acrecentar el bienestar de los niños que viven en situación de vulnerabilidad.
El cierre fue con palabras de Adot a pura emoción: “Nos propusimos que este desfile tuviera un nombre especial ‘Una invitación a soñar’. Los invitó a sumarse, un mejor futuro para los niños es posible”.
