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La princesa Leonor, heredera al trono de España, vivió un momento trascendental en su primer acto en solitario como parte de los Premios Princesa de Asturias 2024. Durante su discurso en Oviedo, la joven sorprendió a todos los presentes no solo con su madurez y elocuencia, sino también con una broma divertida que mencionaba a su hermana menor, la infanta Sofía. Este gesto cercano y espontáneo despertó sonrisas y demostró el cariño y la complicidad que existe entre ambas.
En su intervención, la princesa Leonor no solo mostró su profundo respeto por la tierra que le otorga su título, sino que también aprovechó para recordar con ternura sus experiencias de infancia en Asturias. Con apenas 18 años, la princesa recordó con afecto las visitas familiares a las playas, los valles y los montes asturianos, sitios que, según ella misma expresó, la conectan profundamente con sus raíces.
Uno de los momentos más comentados del discurso fue cuando Leonor hizo alusión a una anécdota gastronómica que involucraba a su hermana Sofía. Con una sonrisa en el rostro, la joven mencionó cómo durante sus viajes por Asturias llegó a aficionarse a los oricios (erizos de mar), a pesar de la cara de extrañeza que ponía la infanta Sofía. La princesa, en tono divertido, comentó que su hermana prefería el pantrucu, otro plato tradicional de la región. Esta simpática referencia familiar rompió el formalismo del acto y generó cercanía con el público, que rápidamente se identificó con esa faceta más cotidiana y relajada de las hermanas reales.
¿Qué son los oricios y el pantrucu, los platos que mencionó Leonor?
La broma de Leonor no solo dejó una imagen entrañable de la relación con su hermana, sino que también puso en el centro de atención dos de las delicias culinarias más típicas de Asturias: los oricios y el pantrucu. Pero, ¿qué son estos platos que dividen a las hermanas de la realeza?
Los oricios, también conocidos como erizos de mar, son una auténtica delicia en la costa asturiana. Su sabor intenso y marino los convierte en una joya gastronómica muy apreciada en la región. Aunque no es un plato que todos se atrevan a probar por su aspecto y fuerte sabor, los oricios han conquistado a amantes de los mariscos de todo el mundo.
Por otro lado, el pantrucu es una morcilla asturiana tradicional hecha con sangre de cerdo, harina de maíz y otros ingredientes locales, a menudo consumida en época de matanza. Su sabor más fuerte y característico lo convierte en un plato invernal muy querido en las mesas asturianas, especialmente en las zonas rurales.
Aunque el pantrucu puede ser considerado un gusto adquirido, la infanta Sofía parece ser una fiel admiradora de esta especialidad.
VO
