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Pablo Urdangarin, el segundo hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, es quizás el único de los cuatro hermanos que logró mantenerse enfocado en su carrera profesional, siguiendo los pasos de su padre como jugador de balonmano. Sin embargo, según fuentes cercanas, a pesar de su esfuerzo y dedicación, el joven parece estar enfrentando obstáculos que van más allá de lo deportivo.
Dentro de Zarzuela, el trato que ha recibido es frío y distante, lo que ha generado tensión en su entorno familiar, y su madre, la infanta Cristina, sospecha que existe una razón más profunda para esta situación.
El verdadero motivo detrás del trato hostil que recibe Pablo Urdangarin en Zarzuela
Pablo vive actualmente en Barcelona, donde continúa su formación como jugador de balonmano, y comparte su vida con su pareja, Johanna Zott. A diferencia de sus hermanos, que han tomado un camino más inestable con años sabáticos y cambios en sus planes académicos y profesionales, él ha mantenido su meta clara: convertirse en uno de los mejores en su disciplina. Pero, algo parece no estar funcionando como debería.
Este año, no fue convocado a la selección española de balonmano, una señal preocupante para un joven con su nivel de proyección. La infanta Cristina cree que esto no es una mera coincidencia.
Según las mismas fuentes, la infanta sospecha de una "mano negra" dentro de la Zarzuela que estaría moviendo sus hilos para evitar que Pablo prospere. Su razonamiento es claro: el apellido Urdangarin aún pesa como una losa sobre la familia real española, debido al daño que los escándalos financieros de Iñaki causaron a la imagen de la Corona.
De hecho, las tensiones dentro de la familia no son nuevas. El comportamiento de sus hermanos, Miguel e Irene, ha sido fuente de incomodidad dentro del Palacio de la Zarzuela. Ambos jóvenes, que han invitado a sus respectivas parejas a la residencia real, han despertado la molestia de la reina Sofía, quien manifestó su desaprobación por las “confianzas” que se están tomando. La situación ha sido tan tensa que el propio Felipe VI ha tenido que recordarles que "Zarzuela no es un hotel". En este contexto, Pablo Urdangarin parece haberse mantenido al margen de estas disputas, centrado en su carrera, pero también alejado del núcleo familiar.
AM
