Qué malformación tiene la princesa Leonor

La princesa Leonor sigue forjando su futuro como reina. En estos días se terminó su formación militar a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano, una experiencia que la llevará hasta Nueva York a principios desde este mes, desde donde regresó a España en avión privado. Su paso por esta exigente etapa de instrucción refleja el compromiso con el rol institucional que la espera. Sin embargo, más allá de lo protocolar, hay una parte más íntima de su historia que no suele ocupar titulares, pero que marca una diferencia en su vida cotidiana.

Se trata de una malformación congénita conocida como agenesia dental, una condición hereditaria que afecta el desarrollo de uno o varios dientes. En el caso de Leonor, implica la ausencia de dos piezas dentales que nunca llegaron a formarse por la falta del tejido embrionario necesario. Aunque no representa un problema grave de salud, sí exige seguimiento médico continuo y tratamientos dentales específicos.

La malformación discreta que sufre la Princesa Leonor

La agenesia no solo impacta en lo estético, algo clave en la figura pública de una heredera, sino también en funciones esenciales como la masticación y el habla. Para evitar consecuencias mayores en el desarrollo facial y en su dicción, Leonor ha usado desde pequeña prótesis dentales temporales. Esta solución le permitió mantener una sonrisa armónica, mientras se pospone cualquier tratamiento definitivo —como los implantes— hasta que alcance los 23 años, edad en la que finaliza el crecimiento óseo.

Como es habitual en la realeza, los detalles de su atención médica se mantienen en la más estricta reserva. Se sabe que acude a clínicas de prestigio en Madrid, pero nunca se ha revelado el nombre del centro odontológico que la trata. De hecho, se especula que podría haberse sometido ya a alguna intervención quirúrgica, aunque los profesionales suelen desaconsejarla hasta después de la juventud.

A pesar de esta condición, en sus recientes apariciones públicas, la princesa Leonor ha lucido una dentadura impecable, posiblemente gracias al uso de tecnología dental de última generación. La discreción con la que se maneja este aspecto de su salud habla del esfuerzo por proteger no solo su imagen, sino también su intimidad, mientras sigue preparándose para ocupar el lugar que la historia ya le tiene reservado.

F.A