En julio, apenas un mes atrás, el príncipe Alberto de Mónaco (63) y Charlene Lynette Wittstock (43) celebraron los 10 años de su glamorosa boda. Pero ni siquiera esta fecha tan especial en la historia de amor de una pareja bastó para mostrarlos unidos. Ya que la ex nadadora está en Sudáfrica desde hace cuatro meses y ya dijeron que hasta fines de octubre no podrá regresar ya que padece una severa infección ORL (de oídos, nariz y garganta) por la que debió ser intervenida ya en dos oportunidades.
Mientras ella se comunica vía zoom con sus pequeños mellizos, Gabriella y Jacques (6), los rumores sobre una nueva separación del matrimonio ya se convirtieron en una confirmación familiar. Desde hace años, en Mónaco se habla de la mala, casi inexistente, relación entre Alberto y Charlene pero ahora fue la propia tía del príncipe quien confirmó que la ruptura es definitiva y, que esta vez, no tiene vuelta atrás. “¡El divorcio es real e inminente!”, anunció la tía de él, Christa Mayrhofer-Dukor, prima de la desaparecida Grace Kelly, a la revista “Oggy”, tal como lo mostró guacamouly.com.
“El insinuó que su matrimonio está en una etapa muy, muy difícil. Me dijo que con Charlene estaba en una fase de alejamiento no sólo física. Si recuerdo el tono de voz de Alberto, creo que pronto se divorciarán. Los dos se han distanciado; ella sigue su propio camino y él ha elegido el suyo… Francamente tuve una impresión desagradable y entendí que Alberto ya no se llevaba bien con Charlene, que ya no estaban de acuerdo en nada… Por eso pronto llegará el divorcio… Ella no es fea pero sí torpe y arrogante, mientras Grace era de una clase diferente. Tenía carisma, era elegante, cariñosa, fantástica; nada que ver con Charlene”, aseguró. Atrás quedaron las declaraciones en las que la princesa decía, “Alberto es el principal pilar de mi vida y mi fuerza; sin su amor y apoyo no habría podido superar este momento tan doloroso”.
Oficialmente, el Principado de Mónaco no se hace eco de la situación sentimental de Alberto II pero todos coinciden en que después de muchas separaciones y reconciliaciones, esta vez las diferencias son irreconciliables y que el tema que detonó la nueva disputa fue el nuevo reclamo de paternidad que le surgió al príncipe de una adolescente que habría nacido cuando ambos ya estaban en pareja.
“El matrimonio está acabado”, habría comentado él en la intimidad. Y los allegados a Charlene cuentan que ya soportó demasiadas humillaciones, que nunca fue feliz en esa unión y que por eso esta “enfermedad” en su país no fue casual. Dicen que su agotamiento emocional y llevar una vida llena de apariencias ya habían borrado definitivamente su sonrisa. Por eso coinciden con la tía de Alberto y aseguran que el “divorcio es real; es un hecho y sólo falta firmar los papeles”.