Tras el fallecimiento de la Reina Isabel II, y luego de haber estado implicado en el caso de Jeffrey Epstein y vinculado a una red de tráfico y abuso sexual, el príncipe Andrés protagoniza un nuevo escándalo. El nuevo documental titulado “Prince Andrew: BANISHED” expone la realidad del hermano del Rey Carlos III al revelar que una enorme cantidad de mujeres lo visitaban en el Palacio de Buckingham.
En la producción, un ex oficial de seguridad de la Familia Real británica, que trabajó en la protección de Buckingham desde 1998 a 2004, afirma que diferentes mujeres visitaban al hijo de la fallecida Reina Isabel II cada dos días, independientemente de la hora.
“Solíamos bromear entre nosotros diciendo que debía de tener una puerta giratoria en su dormitorio. La cantidad de mujeres que entraba y salían de allí, literalmente cada dos días alguien venía a verlo y siempre era una mujer diferente cada vez” expresó Paul Page. Luego el ex oficial de Buckingham explicó el caso de una mujer que apareció una noche y le insistió a que la dejara pasar ya que debía encontrarse con el royal.
Aquel día, los miembros de seguridad se disculparon y expusieron sus razones por las que no podían dejarla entrar hasta no tener la confirmación de sus superiores. En ese momento, la mujer no dudó en contactar al príncipe Andrés. “Pudimos escuchar la conversación y en un momento le dijo ‘Que se ponga cualquiera de los oficiales’. Uno de mis colegas tomó el teléfono y entonces el príncipe le gritó ‘Escúchame, gordo imbécil. Si no dejas entrar a mi invitada, voy a bajar’” aseguró el oficial.
Además de exponer el poco respeto que tenía el hijo de la Reina Isabel II por el personal de Buckingham, y el caso de cuando estuvo encarcelado por una estafa inmobiliaria para hacerse de fondos para su adicción al juego, el biógrafo real Phil Dampier asegura en el documental que el príncipe Andrés tiene una obsesión con el sexo.
¡Mirá el trailer!
El día que la reina Isabel II humilló públicamente a su hijo, el príncipe Andrés:
Jeffrey Edward Epstein fue un afamado empresario condenado por tráfico de menores en el mundo de élite y conocido como un depredador sexual, quien además tenía un vínculo muy cercano con el príncipe Andrés. El heredero de Isabel II brindó una entrevista a la BBC donde intentó lavar su buen nombre y explicar su "supuesta implicación en la trama de tráfico sexual de menores encabezada por su amigo". Sin embargo sus dichos no sirvieron más que para agravar su mala reputación ante la sociedad británica.
Fue tal el repudio que recibió Andrés, que se vio obligado a renunciar a sus funciones públicas, alentado -ni más ni menos- que por su madre. Mujer de armas tomar, la "guerra fría" de Isabel contra su hijo no sólo quedó en ese pedido, sino que además, canceló el festejo por los sesenta años de su heredero. Según el 'Sunday Times', la monarca estaba preparando un gran festejo que decidió cambiar por una cena privada en familia.
No quedan dudas de que la reina buscó resguardar un poco a su hijo, más allá del enojo que sintió para con él por el vínculo que se rompió entre el duque de York y numerosas organizaciones benéficas. Aunque también la cancelación de su cumpleaños fue la forma que tuvo Isabel de decir en público que hacer daño a la Corona, voluntaria o involuntariamente, tenía sus consecuencias. "Andrew tuvo una conversación con la reina, haciéndole saber que planeaba abordar la controversia, pero sin entrar en detalles", aseguró una fuente de Buckingham que sostuvo que "La reina no sabía nada sobre la entrevista".
FF