viernes 26 de abril del 2024
REALEZA 21-05-2021 17:01

Cómo fue el festejo número 50 de Máxima Zorreguieta: "Soy una afortunada de cumplir años"

Detalles del día en el que la reina de Holanda cambió de década. Galería de fotosGalería de fotos

El lunes 17 de mayo el sol iluminó con más fuerza sobre el palacio de Huis Ten Bosch. La templada mañana anticipó la primavera holandesa con un termómetro que apenas superó los 17 grados. Desde temprano, allí todos corrían para preparar el gran desayuno de “la dueña” de casa, Máxima Zorreguieta.

Las princesas Amalia(18), Alexia (16), Ariadna (14) y el rey Guillermo Alejandro (54) se encargaron de supervisar los mínimos detalles para sorprender a Máxima con un despertar diferente y el primer “GelukkigeVerjaardag” del día.

La bella rubia que nació en Buenos Aires, en 1971, en el hogar conformado por María del Carmen Cerruti (77) y el desaparecido Jorge Zorreguieta al que más tarde se sumarían Martín (48), Juan (39) e Inés (fallecida en 2018), no podía imaginar la gran sorpresa que el destino le depararía.

Su historia, casi como robada del más taquillero filme de Hollywood, fue escribiendo capítulo a capítulo cada uno de sus pasos. Luego de estudiar en uno de los      mejores colegios argentinos y de hablar perfectamente inglés, italiano y, ahora también, holandés, en 1996 se fue a vivir a Nueva York quizás impulsada por su inquieto espíritu en busca de otros caminos. Y no se equivocó. Tres años más tarde, en un viaje a España en 1999, su amiga del Northlands, Cynthia Kaufman, le dijo que tenía alguien para presentarle y la invitó a que la acompañara a la Feria de Sevilla. Fue allí que conoció al, por ese entonces, no muy popular príncipe de los Países Bajos, Guillermo Alejandro (54).

Máxima de Holanda
Máxima Zorreguieta. Crédito: Guacamouly.com

Aunque el amor de su parte tardó en llegar, como ella misma lo confesó, el 30 de marzo de 2001 se comprometieron y el 2 de febrero del año siguiente tuvieron su boda de ensueño con un vestido de novia de Valentino, frente a la por entonces reina Beatriz (83) y a los principales representantes de las Casas Reales de Europa. Poco a poco Máxima se fue ganando el amor de los holandeses y la admiración de todas las royals.

En el camino nacieron Amalia, Alexia y Ariadna y luego de 30 años en el trono, su suegra abdicó, el 30 de abril de 2013, y Guillermo se convirtió en Rey y ella en Reina consorte. “Máxima tiene el llamado factor X: una presencia que asegura que todas las miradas estén inmediatamente sobre ella, donde quiera que entre. ¿Es ese carisma innato..? Desde una adolescente caótica hasta una Reina cuya vida está afinada como un reloj suizo. Ayudada por su carisma, pragmatismo y enorme ética de trabajo, Máxima de Buenos Aires conquistó a un príncipe alto y rojizo y a su ‘gente pálida en el Mar del Norte’, con visible placer y aparente facilidad. Pero hay otro factor determinante. A menudo se la ve a Máxima como un derivado de los hombres de su vida: su padre, su marido... Pero ella está formada por mujeres”, escribió Vogue Holanda mostrándola en la portada de su última edición, radiante, envuelta en naranja, el color de los Orange.

Una oda a la Reina que ha dejado su huella como un ícono de estilo radiante”, agrega en la exclusiva edición de lujo que sólo se consigue on line por pre pedido y que viene, como regalo, con un brazalete by Gassan, que podría fácilmente encontrarse en el joyero diario de la reina. La revista ya la tuvo en su portada en 2013 con el título “Máxima, el nacimiento de una Reina” (cuando lanzó su edición Vogue Países Bajos) como una “Royal y Celebrity” y, en un nuevo homenaje, la volvió a tener ahora como “Máxima Nuestra Reina”. Desde su primera portada la Reina es fiel a los modelos del diseñador holandés Taminiau que le hizo su abrigo-capa azul que llevó en su coronación, en 2016. Allí también la revista anticipa que la famosa serie inglesa “The Crown” tendrá su versión “naranja” contando algunos detalles íntimos de su vida. “Máxima entra en la tercera temporada donde reina el amor supremo. Toda la prensa nacional se tambaleo cuando, en agosto de 1999, el príncipe heredero es visto en una boda con una mujer rubia del brazo. La carrera por conocer más sobre esta belleza argentina ha comenzado. Y al final está claro; cualquiera que haya tenido dudas hasta entonces he terminado definitivamente: ésta es la reina de los sueños”, advierte Vogue.

MAXIMA CELEBRO SUS 50
Máxima Zorreguieta con su familia. Crédito: Guacamouly.com

   Lejos de todas las especulaciones o críticas, los holandeses aman a su reina y Beatriz se siente orgullosa de que su hijo la haya elegido para que la acompañe en el trono. Ya que con su carisma innato, su sonrisa e inteligencia volvió a colocar a los Países Bajos en los diarios y revistas del mundo entero. Por eso no dudó en acompañar a toda la familia en su primer día de celebración por los 50 de Máxima. La cita fue el jueves 12 en el “Royal Theatre Carré” de Amsterdam que cerró sus puertas al público para disfrutar de una gala musical sólo para la cumpleañera, tal como lo mostró el sitio guacamouly.com.

La Reina lució un vestido de la diseñadora holandesa Iris van Herpen con una base que simula el color de su piel y encima un tejido de piedras formando dibujos en azul marino sobre el pecho, las mangas y la falda. Pero lo más llamativo fue su gargantilla de esmeraldas y diamantes haciendo juego con aros, pulseras y un gran broche en forma de mariposa que se colocó en la cabeza. Mientras Amalia, la heredera al trono, lució un vestido largo estampado con flores de la firma inglesa Needle&Thread, que combinó con un bolso by Marina Raphaël y aros que le prestó su madre, Alexia eligió un vestido de la firma francesa Maje, en color verde y con la falda cubierta por volados que combinó con un chal y zapatos de yute con tiras en el tobillo y Ariadna se inclinó por un vestido de la misma firma que su hermana mayor pero de noche ya que estaba bordado en lentejuelas y pedrería en tonos de rosa.

MAXIMA CELEBRO SUS 50
Máxima Zorreguieta y el rey Guillermo. Crédito: Guacamouly.com

Y para completar la familia, la hoy nuevamente llamada princesa Beatriz, no desentonó con un vestido azul que completó con capa negra y un juego de collar y aros de diamantes y zafiros tan llamativos como los de Máxima. Y la monarca no sólo es carismática y simpática sino que también desempeña innumerables funciones a nivel social y tiene una importante agenda de trabajo como representante número uno de la Casa Real además de ser miembro del Consejo de Estado. Y fue precisamente su carácter alegre y relajado el que le llevó a ser más popular y querida que el propio Rey y el mejor recurso para salir adelante aún en los peores momentos de la monarquía. Dicen que Máxima es una de las reinas más preparadas y mejor desenvueltas. Desde su primer acto público habló naturalmente frente a los holandeses y en su idioma lo que todos tomaron como una gran señal de respeto hacia ellos. Y, encima, cuentan que ella fue quien enseñó a sonreir a Guillermo quien hasta conocerla no tiene ni una sola foto mostrando sus dientes.

A comienzos de 2021 celebró su octavo aniversario en el trono de Holanda. Y durante más de una semana pasará festejando sus 50; ya que como parte de esta especial celebración participó de la campaña “Más Música en el Aula” para lograr una educación musical más sostenible y estructural para los 1.4 millones de niños de primaria en los Países Bajos, presidió la emisión especial de “Reina Máxima, una Vida llena de Música”, presentó una colección especial de sellos postales con la que se la homenajeó y participó en diferentes actos que se hicieron en su honor.

A diferencia del año pasado, cuando por las estrictas normas por el covid debió celebrar su cumpleaños sola con su familia y decidió sorprender a todos preparando con nostalgia sus “alfajores de maicena de la infancia” o, como ella misma dijo “Un manjar típico argentino” para compartirlo sólo en las redes sociales de la Casa Real. Este 17 de mayo, además de cumplir con todos los compromisos, y después de soplar las simbólicas velitas y escuchar el “Gelukkige Verjaardag” que le cantaron sus “amores” tuvo un romántico momento a solas con su marido.  “No son tiempos para celebrar, vamos a esperar un momento más adecuado. Soy una afortunada por poder cumplir años y estar sana”.  Y así el rey holandés se convirtió en el fotógrafo personal de su esposa. Guillermo Alejandro es un aficionado a la fotografía y contó con una modelo de lujo. Luego de desayunar en familia recorrieron los jardines de Huis Ten Bosch y Máxima fue retratada por él con una polera blanca, su clásica melena rubia al viento y un make up muy suave pero iluminando su rostro con su gran sonrisa de siempre. “Desde hace 22 años, cuando la vi por primera vez en Sevilla, no tengo ojos para otra mujer”, dijo Guillermo Alejandro después de agasajar a su esposa con un secreto y brillante regalo y otorgarle la Gran Cruz de la Orden de la Casa de Orange .

 

 

 

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