A días de haber sido padre de una beba con su mujer, Carolina “Pampita” Ardohain, el empresario gastronómico y filántropo, Roberto García Moritán, se presentó como candidato a legislador porteño en el espacio Republicanos Unidos que encabeza el economista y político, Ricardo López Murphy. El elenco que integra García Moritán se completa con otros outsiders –como se conoce a aquellos candidatos que no son políticos de carrera–: la investigadora del Conicet, Sandra Pitta, el analista político Gustavo Segré, el economista Roberto Cachanosky, los abogados Marina Kienast y Yamil Santoro, la abogada y ex vicepresidente de la UIF, María Eugenia Talerico, y el politólogo y especialista en temas aerocomerciales, Franco Rinaldi.
“La idea de hacer participar a gente de la sociedad civil tiene que ver con el desgaste de la vida política, la inmensa necesidad que tenemos de refrescar la participación social y por supuesto también la incorporación de debates que normalmente han estado subestimados. Por eso integra la lista una científica, una especialista en narcotráfico y lavado de dinero y actividades de gobernanza financiera, empresarios gastronómicos, gente experimentada en la acción social de la sociedad civil que no tenga el carácter paternalista o de orden clientelista”, explica López Murphy, quien recibió a CARAS junto al empresario gastronómico en el piso donde convive con “Pampita”.
Hijo del ex Secretario de Relaciones Exteriores de Néstor Kirchner, Roberto García Moritán, y sobrino del embajador argentino ante Naciones Unidas, Martín García Moritán, Roberto se dedicó al rubro gastronómico pero se crió en el ámbito político. De hecho, fue funcionario durante el gobierno bonaerense de María Eugenia Vidal, cuya lista enfrentará en la interna porteña de Juntos por el Cambio. “Es un empresario gastronómico que ha desarrollado una intensa actividad comercial, en algunos casos ha sido muy creativo, y también tiene un desarrollo de la sociedad civil en los barrios más marginales donde ha hecho un esfuerzo enorme para incorporar a muchos de sus habitantes al mundo del trabajo. Ese es un rasgo de su personalidad que fue valorado muy positivamente y sobre todo el detallado conocimiento que él tiene de los lugares más vulnerables de la Ciudad de Buenos Aires que están muy afectados por el narcotráfico y por la cultura decadente de la dependencia del negocio de la droga como forma organizativa de la sociedad”, explica el “bulldog”, como apoda al ex ministro del gobierno de Fernando De La Rúa.
A días de convertirse en papá por tercera vez –ya tiene dos hijos adolescentes, Santino y Delfina, fruto de su relación con Milagros Brito–, García Moritán detalla el porqué decidió involucrarse en política en este momento tan especial de su vida.
—¿Por qué la decisión de su candidatura llegó en este momento?
—Estoy convencido de que para transformar la realidad hay que involucrarse. Ricardo López Murphy, a quien estimo y respeto desde hace muchos años, me llamó y me convocó al enorme honor de encabezar la lista de legisladores de su partido en la Ciudad de Buenos Aires. Y creo que es un momento ideal para que los actores de la sociedad civil nos animemos a participar y a proponer nuevas ideas. A todos nos pasa que la política y los políticos nos han defraudado muchas veces, y llegó el momento de participar desde adentro.
—¿Por qué eligió a Ricardo López Murphy para dar este paso tan importante?
—Lo conozco a Ricardo desde hace mucho. He ido a ver muchísimas de sus conferencias y sus charlas. Sé que no piensa como un político tradicional, no es de aquellos políticos que sólo piensan en cómo mantener el status quo. Y creo que juntos pudimos consolidar una lista de diputados y legisladores que en su gran mayoría no tienen nada que ver con la política tradicional. Científicos, empresarios, dueños de pymes, abogados, jóvenes. Creo que somos muy competitivos de cara al desafío que enfrentamos.
—Es uno de los tantos outsiders de esta elección, ¿Tiene que ver este fenómeno con una necesidad de renovar esos nombres que se repiten y no han dado solución a los problemas de siempre?
—Definitivamente sí. La política necesita renovarse, necesita gente nueva, con nuevas ideas, con nuevos debates y propuestas. Mucho más conectados con los problemas de la gente. La pandemia y el pésimo manejo del gobierno ha dejado claro que las cosas se pueden hacer de otra manera, una mejor. Un claro ejemplo es la Ciudad de Buenos Aires. Nuestra ciudad está cansada, y fue jaqueada por el Gobierno Nacional. Lo que pasa en la Ciudad no escapa a la problemática del país. Está apagada, le falta vida, le falta amor. Creo que el desafío para la Ciudad cuando pase la pandemia es enorme y me entusiasma mucho la idea de formar parte de ese proceso.
—Le toca ser candidato en un momento muy especial de su vida, a días de ser padre, ¿Cómo consensuó esta decisión con Carolina?
—“Caro” siempre me ha apoyado en mi vocación de servicio público. Sabe de mi pasión por transformar la realidad y de todo el trabajo que vengo haciendo con Asociar, la ONG con la que venimos recorriendo los barrios vulnerables en la Ciudad de Buenos Aires y también en la Provincia de Buenos Aires.
—¿Ya tienen fecha de parto? ¿Cómo viven la previa?
—Estamos en fecha, puede suceder en cualquier momento. Estamos muy felices de la llegada de nuestra hija y soñando con un país mejor para ella.
—¿Qué país proyecta para su hija en camino?
—Espero que de una vez por todas la Argentina pueda dar vuelta la página de tantos años de desidia y de angustia. Sueño con un país donde haya trabajo, menos pobreza, donde no exista el hambre y donde todos los chicos puedan tener una buena educación. Estoy convencido de que se puede lograr y por eso estoy embarcado en este gran proyecto de involucrarme en la política.