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Desde su más tierna adolescencia Máxima Zorreguieta (49) aprendió que su gran y espontánea sonrisa se convertiría en un arma fundamental a la hora de conquistar los logros que se propusiera.
Y también, en un recurso fundamental para calmar el dolor. Cuando en 2013 fue coronada como la Reina consorte de Holanda, al asumir Guillermo Alejandro (53) el trono, lejos de amedrentarse, una gran sonrisa iluminó su rostro.
Así conquistó a la Familia Real, a los holandeses, a Europa y al mundo. Y así reaccionó cuando, días pasados se presentó en un evento con uno de sus outfit reciclado de 2019, en nude, con pantalón oxford y casaca cuello base con mangas tres cuarto.
Completó su look con grandes pulseras de madera y un enorme prendedor de piedras formando flores y hojas. Llevó el cabello suelto y muy natural y su inseparable tapabocas, tal como la fotografió Guacamouly. com.
Cumpliendo con las estrictas normas de distanciamiento por el COVID, no dudó en quitarse el barbijo cuando se alejó de todos y compartir un divertido momento de relax.
Su carácter extrovertido –el mismo que aseguran cautivó a Guillermo– la convirtió en una de las Reinas más queridas y admiradas del mundo.
Según dicen los holandeses, “Máxima se diferencia de otras reinas por su actitud positiva para afrontar las dificultades de la vida; por su simpatía y por su optimismo...”.
Aspectos que, cuentan, son fundamentales a la hora de la educación de sus hijas, Amalia (17), Alexia (15) y Ariadna (14).
