Desde que nació la reina, hace tres meses, la consigna parece ser: “¡Ya está!”. Que para otras generaciones es lo mismo que decir: “Cerramos la fábrica”. Lo cierto es que Tomás Costantini (38) y Micaela Dalla Líbera (28) “dieron a luz” a Faustina, y es así como en plena pandemia a la familia llegó la primera mujercita, tras haber tenido a Santino (3) y Valentino (1). Además hay que considerar que el hijo de Eduardo Costantini (el influyente empresario de 74 años dedicado a emprendimientos inmobiliarios y fundador del Malba), ya es padre de otro varón, Milo (7), fruto de su relación con Jimena Campisi (32).
En medio de esa rutina aceitada, en donde cada uno atiende su rol de contener y mimar a cada hijo, la pareja abrió las puertas de su residencia en el barrio El Golf, Nordelta, para compartir con CARAS cada rincón de su hogar, cada detalle de su “día a día”, y como “frutilla del postre”, invitarnos a participar del romántico festejo de su segundo aniversario de casados.
“Fueron dos años ‘muy para arriba’. En cuanto a lo laboral, para Tomy a lo mejor fue más difícil, porque es complicado mantener un equilibrio. Pero en cuanto a la pareja, considero que crecimos un montón. De hecho, tuvimos dos hijos (Risas): Uno por año. Santino nació antes de casarnos. Estamos cada vez más unidos y sabiendo lo que queremos para toda la vida. Nos sentimos muy felices, y eso es lo que me importa que los chicos vean. Que sus padres estén juntos y enamorados. Ellos ven y después copian”, afirma la hija del ex futbolista Mariano “El Loco” Dalla Líbera (56)."
"Tras levantar una copa de champán en la terraza de la casa, con una bellísima puesta del sol, Costantini se refiere a los obstáculos que debieron sortear con el nacimiento de Faustina, en medio de tantos protocolos por la pandemia: “Como ‘Mica’ siempre tiene partos muy buenos y rápidos, el día que sabíamos que iba a nacer, salimos para el sanatorio a las 22:00 horas, Cuando llegamos, la dejé en el lugar del parto, hice el check-in, habrá pasado media hora, fui a la sala de parto y ya estaba naciendo la beba. Con el tema del Covid, el sanatorio estaba completo, o sea que la primera noche tuvimos que pasarla en la sala de parto. Recién para la segunda noche nos pasaron a una habitación”.
Tomás Costantini afirma que en lo laboral, el proyecto más importante que está llevando adelante es una plataforma de digitalización de comunidades, con la creación de una billetera virtual con la que se pueden pagar diferentes servicios. Como Director de Innovación y Tecnológia, admite que su gran pasión es el Universo Tech, pero que su desafío es acompañar en todo lo que puede a su esposa en la crianza de los niños.“Presencié todos los partos y cada uno es distinto. Cada hijo nace en distintos momentos de tu vida. En los primeros meses del bebé, la mamá es lo más importante. Recién ahora estoy empezando a estar mucho más con Faustina. El primer mes, nada: ni bola me dio. Ahora me mira, se queda más tiempo conmigo. Pero en esta etapa la mamá es todo. Le brinda tranquilidad, es la que le da de comer. Todo eso se lo transmite la madre. ‘Mica’, como mamá, evolucionó un montón”, dice.
—Como cultores de la familia numerosa, ¿En breve planean buscar otro más?
TOMAS COSTANTINI:—No creo que tengamos más hijos. Así estamos muy bien. Y me llegó la nena en un buen momento, así que quiero empezar a disfrutar de cada uno. Ya tengo cuatro, encima nacieron muy seguido uno del otro y se llevan re-bien entre ellos. Milo, que es el más grande y está más en la onda Play Station, igual viene y juegan al fútbol. Están en la etapa en la que comparten muchas más cosas.
MICAELA DALLA LIBERA:—Por ahora decimos que la “Fábrica está cerrada”, pero andá a saber dentro de un tiempo qué pasa. Con la llegada de la nena, por ahora ya está. Creo que desde el primer hijo que tuve, estaba esperando la llegada de una mujer. Que me haya llegado ahora es tremendo: estoy loca de contenta.
T.C:—Sí, es diferente. El nacimiento de Faustina me puso más protector, Sabés que tenés que protegerla más. La llegada de una hija mujer te abre una parte nueva. Es otra cosa, y más después de haber tenido tres varones, que tienen otro comportamiento. Ella es más tranquila. Como papá tengo un sentido de protección absoluto por todos, pero por la nena siento que es el doble.
—Con la cuarentena, ¿Cómo hacen para ver a los abuelos?
T.C:—Papá tiene 74 y mamá (Teresa), 70. Así que se conectan por videollamada. Con el tema de la pandemia todavía no pudieron venir a conocer a Faustina personalmente.
M.D.L:—Sí, es así por precaución. A los abuelos, todo por FaceTime. Mi mamá (Mónica) tiene el permiso y estuvo viniendo. Me da una mano grandísima. Y si no puede ella, viene mi papá. Los papás de Tomy no, porque lógicamente son más grandes, tienen otros recaudos. Para mi papá no sabés lo que representan sus nietos. Santino le marcó un camino, lo tiene de fan. Está como loco en serio (El apodo por el que es conocido es “El Loco” Dalla Líbera).
—¿Quién de sus hijos les parece que es más Costantini, y quién más Dalla Líbera?
M.D.L:—El del medio, Valentino, es cien por cien Dalla Líbera. No tengo duda, porque es un terremoto. Con mi papá y mis hermanos somos todos así. Vamos hasta el límite siempre. Capaz que se choca contra una pared, y va cinco veces más para probar de nuevo. Después, Santi y Valentina son re Costantini. Son clones. Primero desde el parecido físico. Santino es el más parecido a Tomy. Los tres tienen la forma de los ojos similares al padre. Pero Santi me parece el que más se asemeja además por la personalidad, es muy tranquilo. Los Dalla Líbera somos muy eufóricos y Santino a lo mejor va y se pone a jugar solo. Muy calmado. ¡Es lo más!
—Micaela, ¿Cómo es Tomás como papá? ¿En qué tareas de la crianza colabora?
M.D.L:—La verdad es que no me puedo quejar. A veces sí, me quejo un poco porque debe ser el cansancio que tengo. Y como te la tenés que agarrar con alguien, me la tomo con él (Risas). Cae siempre él, pobre (Más Risas). De hecho, a las seis de la mañana ya se levanta Valentino, y es Tomy el que le cambia el pañal y le da la mamadera. También es porque entiende que justo yo estoy amamantando. Tomy me ayuda un montón. Y salvo que esté a full con su trabajo, se la pasa jugando con los chicos. No me puedo quejar, es un re padre.
—¿Qué actividades desarrollan durante el día para jugar y distraerse?
T.C:—Yo les traje dos gatitas Bengal que son re lindas. Pero tengo que cuidar que no las pisen con el cuatriciclo… Al principio a “Mica” le daba miedo por eso de que los gatos son un poco traicioneros, por si les pegaban un arañazo. Pero la verdad es que los chicos las siguen a todos lados. Cualquier mascota para los niños es sinónimo de felicidad.
M.D.L:—Pero la mejor inversión que hicimos en cuarentena fue un arenero de madera, que lo abrís y se hacen dos sillitas. Además tienen sus tractores y se la pasan ahí. También le gustan las excavadoras. Bien de varón, ¿viste?
—Y de familia de constructores…
M.D.L:— (Risas). Totalmente, ya van a empezar a construir acá. Van a seguir el legado. En ese sentido, a Valentino, que te digo es más Dalla Líbera, le atrae mucho más la pelota de fútbol que a Santino. No sé si es la genética, pero le encanta el fútbol. Santino esa es como que la ve más de afuera. Se copa más con las motos y los cuatriciclos.
T.C:—Santino también tiene clases de piano, le encanta la música, como a toda la familia. Vivimos escuchando música. Yo también estudié piano de chico, pero después no seguí… Además todos nos entretenemos en las huertas. Tenemos frutilla, acelga, espinaca, batata, papa, cebolla, romero, tomate cherry y común, y calabazas). En lo posible comemos lo que cosechamos de ahí.
—¿Cómo se las arreglan para conservar la intimidad de la pareja?
T.C:—Ese es todo un tema. Pero bueno. Nos la ingeniamos para tener nuestros momentos (Risas).
M.D.L:—Además Santino duerme en nuestra cama, y Faustina está en el moisés en nuestro cuarto. Todas las noches parece un Pijama Party (Risas). Tener nuestros momentos es difícil, pero lo logramos... Los chicos consumen mucha atención, sobre todo de la mamá, y así no podés tener la misma atención con tu pareja. No podemos viajar solos, tranquilos, por ejemplo. Pero cada hijo le trajo a la relación más ternura, una sensación de que estamos construyendo una hermosa y verdadera familia. En ese sentido, a Tomy y a mí nos une muchísimo más.
—¿Qué cosas que hacen sus hijos, al observarlas, los “derriten de amor”?
M.D.L:—Ayer a la noche estábamos con Tomy viendo tele, y lo vimos a Santino solo, ordenando los juguetes que había desparramado. Nos quedamos callados, no hicimos ni un ruido. De hecho Tomy lo filmó. Esas cosas, que un hijo sea ordenado y tan bueno, te hacen pensar que como padres estamos haciendo un buen trabajo.
T.C:—Salvo los caprichos normales de cualquier chico, todo lo que hacen nuestros hijos nos llena de amor. Nos potencian la vida, nos hacen reír. Santino duerme en la cama y a veces pensamos que es hora de sacarlo. Pero por otro lado nos encanta abrazarlo toda la noche.
—¿Qué valores pretenden inculcarles y cómo se los imaginan en el futuro?
T.C:—Queremos que sean educados, es lo esencial.
M.D.L:—Los valores que soñamos inculcarles son más que nada humildad y que sean buenas personas. Deseamos que nuestros hijos tengan la mente abierta y estén dispuestos a afrontar su destino muy tranquilos. Con amor y humildad.
Agradecimientos: Asistente de producción: Martina Santamaría. MakeUp Hairstyling: Tevy Salgado. Pitti Bimbo @tascanioficial. Benito Fernández. Agostina Bianchi. @sophie.storeok.