Todos los detalles del mini tour de Benjamín Vicuña y sus hijos en el Polo Argentino

Está entre sus deportes preferidos, y además de saber montar aprendió y conoció mucho del mundo ecuestre gracias a su padrastro, el palestino Oussama Aboughazale, un apasionado de los caballos con quien además compartió muchas jornadas de polo en Inglaterra.

Por eso el 127° Abierto Argentino de Polo no pasa inadvertido para Benjamín Vicuña (42), que aprovechó el fin de semana XL para llevar a sus tres varones más grandes a Palermo y disfrutar con ellos una doble jornada de altísimo handicap.

¿Porqué doble? Porque el actor chileno se vino desde su barrio privado en Pilar hasta Palermo el domingo, donde presenció desde la privilegiada terraza de Fabric Sushi el triunfazo de La Natividad ante RS Murus Sanctus.

Y como quería volver el domingo a la mañana para ver a Ellerstina, cuando terminó la jornada dominical se refugió con los chicos en el hotel Casa Sur, de Palermo, y así se evitó tanto ida y vuelta a Pilar.

Entonces, el lunes a las 12:00 ya estaba de vuelta en el Campo Argentino de Polo para ver en acción al equipo de la familia Pieres, y así llenarse los ojos en menos de 24 horas con el mejor polo del mundo.

Como quedó dicho, Bautista (12), Beltrán (8) y Benicio (6) fueron sus compañeros de aventura, y el PR Leo Mateu su anfitrión para recibirlo en Fabric Sushi y así estar tranquilo con la comida de los chicos.

“Benja” no se perdió detalle de los partidos, y se sorprendió cuando un jugador de La Irenita le comentó que en el polo profesional los caballos alcanzan una velocidad de 70 kilómetros por hora.

Bautista y Beltrán demostraron lo mucho que les gusta el sushi, y Mateu agasajó al actor con un exquisito vino blanco chardonnay.

Cuando le preguntaron cómo será su verano, Vicuña comentó que se quedará en Baires grabando una nueva ficción con Carla Peterson (46), y que está muy motivado por los trabajos que se le avecinan para el 2021.

Pero el polo fue su programa favorito del fin de semana, y se despidió con la firme conviccción de volver para las instancias finales.