Mónica Gonzaga y su hijo Adriano Sessa (CARAS)
CARAS TV

“Me quedé viuda con un bebé de seis meses”: el doloroso relato de Mónica Gonzaga

La icónica actriz Mónica Gonzaga reveló cómo enfrentó la pérdida de su marido, el cineasta Alejandro Sessa, y cómo crió a su hijo Adriano en soledad.

En la última entrega de +Caras (Caras TV), el ciclo de entrevistas conducido por Héctor Maugeri, Mónica Gonzaga, emblemática figura de la televisión de los años ochenta, abrió su corazón para compartir uno de los capítulos más dolorosos y desafiantes de su vida: la muerte de su marido, Alejandro Sessa, apenas seis meses después del nacimiento de su hijo, Adriano. Un testimonio sobre la pérdida, la fortaleza y la maternidad en soledad.

Adriano Sessa es el hijo de la reconocida artista con el recordado cineasta Alejandro Sessa, productor de films emblemáticos como “La noche de los lápices” y “No habrá más penas ni olvido”, esta última galardonada con el Oso de Plata de Berlín. El pequeño Adriano tenía apenas medio año de vida cuando su padre falleció el 10 de julio de 1998, víctima de un cáncer. Desde entonces, Gonzaga asumió por completo su crianza, dedicándose a acompañarlo en cada etapa y manteniéndole siempre vivo el recuerdo del hombre que, por la enfermedad, no pudo verlo crecer.

Orgullo de madre y un legado cinematográfico

Con visible orgullo, Mónica describió a su hijo: “Mi hijo llegó para cambiar por completo mi vida. Es un acuariano seductor, está muy lindo y es productor de cine. Compartimos plataforma porque logró que su película esté en Prime Lat”.

Además, detalló el legado artístico que Adriano lleva en su sangre y que él decidió continuar: “Es hijo de Alejandro Sessa, cineasta, y sobrino de Aldo Sessa, el fotógrafo. Sus bisabuelos eran dueños de Laboratorios Alex, donde se doblaban todas las películas argentinas. Le faltan cinco materias para recibirse de ingeniero, pero lo que quiere hacer es cine y hace cine”.

Mónica Gonzaga y su hijo, Adriano Sessa.

En sintonía, la actriz compartió una anécdota que refleja, no solo que la conexión de Adriano con el mundo cinematográfico estuvo presente desde muy chico, sino también el esfuerzo que hizo para trabajar y al mismo tiempo poder cuidarlo. “Lo crié en el set, se dormía en la cama de las escenografías”, recordó Mónica.

La desgarradora pérdida: "Fue de golpe"

El destino, sin embargo, le deparó a Mónica un golpe demoledor. "Me quedé viuda cuando mi hijo tenía seis meses. Eso fue terrible", relató la actriz con dolor. La enfermedad de Alejandro Sessa apareció de forma repentina: "En el séptimo mes del embarazo me entero de la enfermedad de mi marido. Fue de golpe. Hay que hacerse colonoscopia”.

Mónica Gonzaga y Adriano en una producción exclusiva con CARAS.

Gonzaga recordó la dureza de ese momento: “Yo seguía trabajando y a los seis meses de mi hijo, fallece mi marido. Nunca me imaginé ser madre sola. Al contrario, yo decía voy a tener un hijo cuando esté casada. Quería libreta, que él y yo tuviéramos dinero, tener las condiciones óptimas para traer un bebé al mundo y me pasa esto. La vida es la que manda”.

Los amores de Mónica Gonzaga: entre Cacho, Julio y Rosendo

A lo largo de su vida, Mónica Gonzaga también fue protagonista de romances resonantes en el mundo del espectáculo. En los años '80, mantuvo una gran historia con Cacho Castaña, uno de los galanes más deseados. Fueron pareja durante cinco años, aunque su relación terminó por una infidelidad. "Dejé a Julio Iglesias por Cacho Castaña. Cuando me vine a Buenos Aires, empecé con las películas y me enamoré de Cacho, hubo una química, una cosa hormonal diferente”, rememoró sobre ese vínculo.

Mónica Gonzaga y Cacho Castaña.

Mucho antes de conocer a Cacho, la actriz, hoy de 67 años, vivió un affaire con el mismísimo Julio Iglesias. "Tuvimos un romance en tres etapas diferentes. Lo conocí en Venezuela a los 16 y él tenía 33 años. Yo estaba muy encantada con él, la pasaba bárbaro”, confesó.

Su último gran amor fue el analista político Rosendo Fraga, de quien se separó en 2011. Desde entonces, Mónica Gonzaga no ha vuelto a enamorarse. Aunque se siente cómoda en su situación actual, no cierra las puertas al amor. Después de catorce años de la ruptura con Fraga, la actriz está enfocada en nuevos proyectos laborales como la serie Barrabrava, que la llevó a interpretar un rol fuera de lo común.

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