Susana Gimenez y Roviralta (Archivo)
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El día que Susana Giménez le revoleó un cenicero por la cabeza a Huberto Roviralta

La diva protagonizó junto a su ex esposo una de las peleas mas recordadas por el mundo del espectáculo.

Una de las cosas que características de la vida de Susana Giménez son el tipo de vínculos amorosos que tuvo durante su vida, que estuvieron marcados por peleas de distinto tipo. Una de las historias que refleja este aspecto fue el conflicto que tuvo con su ex esposo, el polista Humberto Roviralta.

Este hecho ocurrió el 11 de febrero de 1998, cuando la diva llegaba de un viaje a Miami. Allí comenzaron con una pelea que terminó en un escándalo luego que se conociera que Susana le revoleó un cenicero.

Cómo fue la pelea entre Susana Giménez y Humberto Roviralta

En ese momento Susana Giménez llevaba diez años de matrimonio con Humberto Roviralta. La presentadora llegó a las diez y treinta de la mañana del 11 de febrero a su casa de Barrio Parque. Allí se encontró con su esposo y los periodistas en su puerta, quienes fueron testigo de lo sucedido.

Con transmisión en vivo y en directo, se escucharon los gritos de la diva en la discusión: “¡Ladrón!¡Hijo de put…!”, lanzó Susana. A los minutos, Roviralta abrió la puerta de la mansión y se mostró públicamente con la cara llena de sangre y la nariz rota.

Fue con la intensión de ser fotografiado por la prensa y que las imágenes se difundan a través de la televisión. El polista esta con Jazmín, la perrita de Susana, que quedó afuera por la euforia del momento.

A las horas, Roviralta se fue de la mansión con la cara toda vendada y a las pocas horas llegó la hija de Susana, Mecha Sarrabayrouse, junto su esposo de aquel momento, Eduardo Celasco. También la acompañaron la periodista y modelo Teté Coustarot, el médico Alfredo Cahe y productores de Telefe.

Al día siguiente de la pelea, Susana dio una conferencia de prensa en el Hotel Alvear para aclarar lo sucedido. “Huberto me empujó, trató de agredirme y yo me defendí. Le tiré con un cenicero”, le dio a los periodistas presentes. Y agregó: “Fue una discusión de cosas privadas, inherentes a un divorcio. La situación se me escapó de las manos. Fue humillante y vergonzante. Pero cualquiera de ustedes puede haber pasado una discusión violenta. Hace muchos años que trato de salvar mi pareja, trato de mejorar la convivencia… Y bueno, no se pudo”, concluyó.

Finalmente se reveló que lo arrojado por Susana Giménez a Humberto Roviralta no fue un cenicero, sino una cajita de la India adornado con peltre. Sin embargo, el anterior objeto seguirá siendo utilizado para recordar aquel escándalo que quedará para siempre en la memoria del mundo mediático.

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