AMELIA SABAN (Federico De Bartolo)
Mansión & Prêt-a-Porter de lujo

Piedra, piscina y flores, así es la mansión de Amelia Saban en Punta del Este

La diseñadora de Juliana Awada, Lætitia d'Arenberg y Karina Milei abre las puertas de su refugio en Manantiales de 450 metro cuadrados.

A Amelia Saban no solo se la asocia a su emblemática marca, Ménage à Trois (la creó hace 38 años), sino que es la elegida de las mujeres más empoderadas e influyentes de la Argentina. Desde Juliana Awada (cuando fue Primera Dama la tuvo entre sus asesoras de imagen), pasando por Andrea Frigerio, Valeria Mazza, Teresa Bulgheroni, hasta la princesa Lætitia d'Arenberg y la actual Secretaria General de la Presidencia de la Nación, Karina Milei (a quien vistió el Día de la Asunción presidencial), entre otras clientas súper exclusivas. 

La increíble mansión de Amelia Saban. 


La diseñadora y empresaria de Prêt-a-Porter por primera abre las puertas de su casa esteña de 450 metros cuadrados, ubicada en Terrazas del Cultural (Manantiales). “La decoración estuvo a cargo de un estudio emblemático de los ‘90, el de Diego Achával y Rafael Cash, los mismos que decoraron casas de personalidades muy importantes que veraneaban en Punta. Yo había visto en una revista a una escritora inglesa que tenía una casa en Sudáfrica que me encantó. Entonces pedí que fuera una construcción de ese estilo, donde pueda ir en invierno. Que tenga colores cálidos. Son todos marrones, beige, terracota… Las telas de la casa son inglesas, traídas de Europa especialmente. Mucha piedra, sillones de rattán, almohadones traídos de Inglaterra, sillas italianas, mesas de Ricardo Paz (un argentino que hace mesas esculturales). Es una casa como de la zona de la Provence, y no la típica de playa con sillones blancos”, destaca Saban, que también aclara que los exteriores, galerías y zona de la piscina, la redecoró hace poco y ese trabajo estuvo a cargo de la reconocida interiorista Mercedes Ocampo. 

La casona esteña de 450 metros cuadrados está ubicada en Terrazas del Cultural (Manantiales)

Además comenta que muchos de los cuadros que se lucen son de Guillermo Roux; y que en la biblioteca se exhiben libros que pertenecen a su marido, Martín Mazzei, prestigioso publicitario y diseñador gráfico con quien está en pareja desde hace 38 años, y junto a quien comparte un hijo, Lucas Mazzei, de 35 años, diseñador gráfico, compositor de música y DJ.  

AMELIA SABAN

Todas las fotos de la mansión de Amelia Saban 


  Para la exquisita producción de CARAS, Amelia Saban posa en diferentes ambientes de su casa: con un vestido fucsia de gasa de seda natural que luce en las fiestas esteñas; con otro color celeste floreado, especial para recibir invitados y agasajarlos en sus jardines; y otro modelo floreado beige con rosa.“Traté de vestirme con los colores de la decoración de la casa”, afirma refiriéndose a los vestidos, todos de Ménage à Trois. 

Amelia abrió las puertas de su casa en el Este exclusivo para CARAS. 

 Amelia Saban confiesa que la moda actual cambió muchísimo.“Por suerte ahora vuelve la ropa que no es tan grande, más entallada, más elegante. Pero nunca va a ser como era antes. En mi marca, las clientas pueden encontrar algo a medida, que esté bien hecho, con buenas telas y que las represente bien ante el público. Porque muchas de ellas, en general, se exponen frente a una audiencia”, asegura.

Los detalles de la casona de Amelia Saban. 

El concepto de lujo y calidad son premisas en sus diseños, y lo argumenta:“Yo hago Prêt-a-Porter de lujo, porque mis clientas encuentran las mismas telas que están en Europa. Yo mando a hacer las telas en las mismas fábricas que los diseñadores como Valentino o Chanel. Soy la única en la Argentina que trabaja telas italianas de la zona de Como y de toda la Lombardía. Nuestra tela más importante, con la que hacemos vestidos y trajes, es Cady triple doble faz. En invierno usamos pura lana y lana con cashemere de Loro Piana y Piacenza. También usamos seda de Ratti, Chiffon, Creppe de Chinae y Georgette de seda natural”, detalla.

Los detalles de la casona de Amelia Saban. 


   La fundadora de Ménage à Trois dice que el mundo de la moda está discreto y austero. “Si vos mirás lo que sucedió en Davos, cómo se visten las Primeras Damas, ya no existen los bordados ni la ropa ostentosa. El que entiende de moda sabe que tienen un saco de Chanel, pero no es ostentoso. Las mujeres están usando mucho pantalón, hace años que no elijen traje con pollera. Esto viene, por un lado, de la comodidad que dejó la pandemia, y también porque la moda se hizo un poco más masculina. Hoy las mujeres en el mundo tienen mucho protagonismo, ocupan el mismo lugar que los hombres, entonces se puso muy de moda el traje con pantalón. Hace diez años, una mujer iba a una conferencia con traje con pollera o un vestido. Eso se terminó. Hoy se visten con tailleurs de saco y pantalón, muy elegantes, y pueden pararse al lado de un hombre en una conferencia o estar haciendo negocios con ellos. Y con el mismo criterio, hasta se bajó la altura de los tacos”, afirma.

Amelia Saban mostró los rincones favoritos de su hogar. 

Amelia Saban y sus referentes en la moda 


 Amelia Saban destaca la elegancia de mujeres como Lætitia d'Arenberg, Brigitte Macron (la mujer del presidente francés Emmanuel Macron), Juliana Awada y la Reina Máxima “La mujer elegante tiene sentido del humor, y con esto me refiero a que no son duras, no son rígidas. El secreto es que el outfit no te haga duro, en el sentido de sobreactuado. Las mujeres elegantes no se perciben como personajes, solo les gusta la moda, verse lindas. Están libres. Pueden llevar cualquier prenda y van a seguir siendo ellas mismas. En cambio hay mujeres que la ropa las domina, y lo interesante es que la ropa no las domine y que no sea más importante que ellas. Es como se viste la gente elegante en el mundo. Arreglan sus outfits con una buena joya, unos buenos zapatos… Que esté peinada y tenga el corte de pelo que necesita, que tenga un maquillaje tranquilo, una buena cartera”, detalla.

Amelia es la creadora de la exitosa marca Ménage à Trois

"Las personas que tienen charme no siguen la moda. Siguen los colores, pero no la moda. Se arreglan con lo que tienen porque saben de elegancia. Se arreglan con una muy buena camisa blanca, un pantalón y un buen saco. No necesitan salir a comprar. Una persona que tiene charme sabe lo que se tiene que poner, sea algo nuevo o antiguo… Una persona sin charme compra más cantidad de ropa, pero puede ir aprendiendo que menos es más. No es la cantidad de ropa que tenga lo que la va a hacer elegante, sino saberla combinar”, concluye Amelia Saban. 

@fabicataldo_
Producción: Lucía Uriburu
Fotos: F.DeBartolo/Perfil
 

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