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REALEZA

Iñaki Urdangarin está siendo chantajeado: qué pasó

El exduque de Palma no la estaría pasando para nada bien.

El proceso de divorcio entre Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina ha sido uno de los capítulos más tensos para la familia real española.

Aunque la separación fue formalizada hace algunos meses, las secuelas de este controvertido matrimonio siguen dejando su huella, y recientemente ha salido a la luz un preocupante detalle: Urdangarin estaría siendo chantajeado para que guarde silencio sobre ciertos episodios vividos durante su tiempo en la familia real.

Qué chantaje está recibiendo Iñaki Urdangarin 

La intervención del rey emérito Juan Carlos I fue clave para cerrar el acuerdo de divorcio. Según fuentes cercanas, el monarca aconsejó a su hija que concediera a Iñaki todo lo que pidiera, con tal de evitar que revelara información sensible que podría comprometer a la institución.

Este consejo, aparentemente, buscaba contener posibles declaraciones incómodas que Urdangarin podría haber compartido sobre su tiempo en la Casa Real, especialmente después de los años turbulentos que vivió tras su condena y paso por la prisión por el caso Nóos.

Sin embargo, el divorcio no ha puesto fin a los problemas familiares. Irene Urdangarin, la hija menor de la pareja, ha sido una de las principales afectadas por la separación y el escándalo que envolvió a su padre. Además, la aparición de Ainhoa Armentia, la nueva pareja de Iñaki, ha causado un profundo malestar en la joven, quien mantiene una postura de rechazo total. 

Irene, quien ya había mostrado una inclinación más fuerte hacia su madre durante el proceso de divorcio, ha puesto una condición clara para mejorar su relación con Iñaki: que Ainhoa Armentia no esté presente. 

El chantaje al que se enfrenta Iñaki Urdangarin no es solo emocional, sino también simbólico. La postura de Juan Carlos I deja entrever que posee información delicada sobre la familia real, lo que lo convierte en una figura que podría causar problemas si decidiera hablar. Hasta ahora, el exduque ha mantenido su discreción, pero las fricciones con su hija encendieron alarmas sobre un posible cambio en su postura.

AM