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La infanta Cristina ha vuelto a ocupar titulares tras su reciente reaparición en la agenda pública junto a su hermano, el rey Felipe VI. Sin embargo, mientras su regreso a la vida institucional acapara los focos, en su costado personal las aguas no parecen estar tan calmadas. Su relación con su hija menor, Irene Urdangarin, está atravesando un momento de gran tensión, y el distanciamiento es cada vez más evidente.
El verdadero motivo por el que la infanta Cristina está decepcionada con su hija, Irene Urdangarin
Una de las principales razones de esta decepción es el rumbo incierto que ha tomado la vida de Irene. A sus 19 años, la hija menor de Cristina se encuentra en una etapa decisiva en la que debería estar definiendo su futuro profesional y personal. No obstante, en lugar de seguir un camino académico o profesional claro, ha optado por alejarse de la vida tradicionalmente esperada para los miembros de la familia real.
Irene, que en su momento mostró interés en estudiar en una de las mejores escuelas de hostelería del mundo en Lausana, finalmente ha abandonado cualquier tipo de formación superior, optando por un estilo de vida más errático.
De hecho, su fracaso a la hora de obtener el carné de conducir parece haber sido el último desencuentro que ha dejado a la infanta Cristina profundamente preocupada. En lugar de concentrarse en sus estudios, decidió embarcarse en un voluntariado en Camboya, un movimiento que, según fuentes cercanas a Zarzuela, ha dejado a su madre perpleja.
Durante su reciente visita a Madrid, la distancia emocional entre ambas quedó expuesta públicamente: Irene caminaba tres pasos por detrás de su madre, denotando una falta de complicidad que no pasó desapercibida. Para muchos observadores, la imagen refleja una relación deteriorada, donde la rebeldía de la joven y las expectativas frustradas de Cristina chocan constantemente.
La frustración de la royal va más allá de las decisiones educativas de su hija. Irene Urdangarin ha decidido vivir en Zarzuela, junto a sus hermanos Juan y Miguel, lo que ha añadido tensión en la dinámica familiar. Fuentes aseguran que el rey Felipe ya ha mostrado su descontento con la situación, señalando que el Palacio Real no es un "motel" para que los hijos de la infanta Cristina residan indefinidamente sin aportar valor a la sociedad ni tener un plan de vida claro.
AM
