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REALEZA

Qué pasó con el príncipe Rainiero después de la muerte de Grace Kelly

La tristeza caracterizó gran parte de su vida.

El 14 de septiembre de 1982, el trágico accidente de Grace Kelly conmocionó al mundo y marcó un antes y un después en la vida del príncipe Rainiero de Mónaco. La muerte de la icónica actriz de Hollywood, convertida en princesa, sumió al soberano en una profunda tristeza que impactó no solo a su familia, sino también al Principado, cuya modernización y glamour se habían consolidado gracias a su unión con la intérprete. 

El accidente automovilístico que acabó con la vida de Grace Kelly dejó a Rainiero devastado. Descrito por muchos como el "viudo de Europa", el príncipe nunca logró superar completamente la muerte de su esposa. Durante los años siguientes, se concentró en su labor como jefe de Estado, mientras sus hijos, especialmente Carolina de Mónaco, asumieron roles más visibles. 

Qué pasó con el príncipe Rainiero después de la muerte de Grace Kelly

Poco tiempo después de la muerte de Grace, comenzaron a surgir rumores sobre la vida privada del príncipe. En 1985, Rainiero fue visto en varias ocasiones acompañado por Ira de Fürstenberg, una aristócrata con conexiones en los círculos más exclusivos de Europa y descendiente de la poderosa familia Agnelli. 

A pesar de los rumores que apuntaban a un posible romance entre ambos, la oficina de prensa del soberano monegasco desmintió oficialmente cualquier relación sentimental. Sin embargo, en 2015, Alfonso de Hohenlohe, exesposo de Ira, reveló que Rainiero le propuso matrimonio en 1992, aunque la aristócrata no aceptó.

Aunque la relación entre Rainiero e Ira de Fürstenberg nunca llegó a formalizarse, la aristócrata se convirtió en uno de los apoyos más importantes del príncipe en sus últimos años. Durante la década de los 90, la salud del soberano comenzó a deteriorarse considerablemente. Fue sometido a dos cirugías cardíacas y, en el año 2000, le extirparon parte de un pulmón.

En ese tiempo, Ira se mantuvo cercana, ayudando a Rainiero a enfrentar su vejez y promocionando sus creaciones artísticas, una de sus principales ocupaciones cuando la jet-set europea empezó a decaer.

El príncipe Rainiero nunca se volvió a casar tras la muerte de Grace Kelly, y su legado estuvo profundamente marcado por esa tragedia. La relación que mantuvo con Ira de Fürstenberg, aunque no oficial, fue uno de los vínculos más cercanos en su vida posterior a la pérdida de la princesa de Mónaco. 

AM