Quién es la falsa condesa que despilfarró toda la herencia de Edimburgo

La historia de Andrée Godard, conocida como la actriz de Hollywood "Andrée Lafayette" y más tarde como la Condesa Andrée de la Bigne, es una de engaño y manipulación. A pesar de sus humildes orígenes, logró despilfarrar la herencia del príncipe Felipe, duque de Edimburgo y consorte de la reina Isabel II, dejando una marca indeleble en la vida de la realeza europea.

Quién es Andrée Lafayette, la falsa condesa que despilfarró toda la herencia de Edimburgo

Andrée Godard nació en 1903 en Francia, hija de un conductor de trenes y nieta de una famosa prostituta parisina que fue amante de figuras como Napoleón III y destacados pintores. Sin embargo, supo ocultar sus orígenes modestos bajo una imagen glamorosa. En Hollywood, adoptó el nombre de "Andrée Lafayette" y se convirtió en una de las estrellas más prominentes del cine de los años 20.

Más tarde, Andrée regresó a Francia y empezó a presentarse como la Condesa Andrée de la Bigne, un título que nunca existió en la nobleza francesa. A pesar de su falsa identidad, vivió rodeada de lujo, financiada en gran parte por el príncipe Andrés de Grecia, padre del príncipe Felipe.

El príncipe Andrés de Grecia y Dinamarca, tras su destierro de Grecia en los años 20, vivió una vida errante y desahogada en la Riviera Francesa. Fue entonces cuando conoció a Andrée, quien se convirtió en su amante y nunca se apartó de su lado. Durante años, la dama interpretó el papel de “madrastra” del joven Felipe, aunque su relación estaba lejos de ser materna.

Mientras Felipe crecía, desarraigado y viviendo con familiares lejanos, su padre se distanciaba cada vez más. Andrés y Andrée llevaron un estilo de vida hedonista, disfrutando de fiestas, lujos y la compañía de ricos benefactores. 

Cuando el príncipe Andrés murió en 1944, dejó una herencia de 13.500 libras, que en su momento equivalía a una considerable suma de dinero. Sin embargo, lo que quedó al fallecer fue apenas suficiente para cubrir sus deudas, ya que Andrée había malgastado gran parte de sus bienes. 

Felipe, que estaba en plena preparación para su matrimonio con la princesa Isabel de Inglaterra, intentó recuperar algo de la fortuna perdida, pero el esfuerzo fue en vano. Aunque la justicia falló a su favor, la falsa condesa de Edimburgo, Andrée Lafayette nunca devolvió el dinero. 

AM