Así fue el polémico romance del rey Juan Carlos con Corinna Larsen
Una relación clandestina que detonó escándalos, demandas judiciales y filtraciones con impacto internacional.
Corinna Larsen, empresaria de origen alemán, conoció al rey emérito Juan Carlos I en 2004 durante una cacería en Sierra Morena. Él quedó rápidamente interesado y la invitó a sentarse a su lado, iniciando un vínculo que incluyó llamados diarios, cartas y gestos de confianza.
La relación salió a la luz en 2012, cuando el monarca sufrió una fractura de cadera durante un safari en Botsuana que ella había organizado. El viaje, en plena crisis económica en España, generó gran polémica y puso en evidencia el vínculo de la empresaria con el rey.
Juan Carlos I y Corinna Larsen
El polémico romance entre Juan Carlos I y Corinna Larsen
Con el tiempo se conocieron detalles económicos. Juan Carlos le habría transferido decenas de millones de euros, que ella describió como un regalo. Años después, el propio emérito habría reclamado parte de ese dinero tras la ruptura, lo que abrió una disputa que todavía continúa. El quiebre derivó en enfrentamientos públicos y en la vía judicial. Larsen denunció acoso, seguimiento y una campaña de hostigamiento que, según dijo, habría contado con la participación de organismos de inteligencia. Por su parte, el rey presentó una demanda por injurias, exigiendo una retractación pública.
En paralelo, Corinna decidió exponer su versión en un pódcast titulado Corinna y el Rey. Allí lo describió como manipulador y obsesionado con el poder, además de asegurar que vivió situaciones de presión y espionaje durante su relación.
En grabaciones filtradas, la empresaria afirmó que Juan Carlos mantenía fondos opacos, cuentas ocultas y testaferros. Esos audios fueron incorporados a investigaciones judiciales en España y Suiza, aunque muchos expedientes fueron archivados por falta de pruebas concluyentes.
El romance, más allá de lo personal, tuvo consecuencias políticas e institucionales. El episodio de Botsuana marcó un punto de inflexión en la percepción pública sobre el monarca. Su imagen se deterioró y, dos años después, en 2014, abdicó en favor de su hijo Felipe VI.
Hoy, las acciones legales entre ambas partes continúan. Corinna Larsen mantiene acusaciones de acoso y presión indebida, mientras que Juan Carlos insiste en que fue objeto de difamación. El caso sigue dando información a través de testimonios, demandas y documentos, y representa uno de los capítulos más controversiales de la monarquía española reciente.
F.A