lunes 20 de enero del 2025

2025, una nueva era astrológica

Sin duda será un año de transición a algo desconocido, por eso lo que vengo a contar se trata más de observar(nos) que de decretar. Galería de fotosGalería de fotos

2025, una nueva era astrológica
2025, una nueva era astrológica | CREDITO CARAS
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Si bien el año arranca con Marte retrógrado (planeta personal que rige cómo nos afirmamos), los grandes del cielo durante el 2025 cambian de signo. Y son ellos, los más lejanos al sol, los que generan mayor impacto en la sociedad y cambios más profundos y duraderos a nivel individual.

A fines de marzo Neptuno, planeta de la disolución y la fantasía, entra en Aries, primer signo del Zodíaco, luego de 168 años y, en mayo Saturno, planeta de la responsabilidad, lo acompaña.

Ambos pasarán por el grado 0 de Aries, lo que nos dará un poder de inicio desconocido hasta el momento y nos llevará a empezar algo de lo que no teníamos referencia.

Saturno nos invitará a preguntarnos cómo hacernos responsables por nosotros mismos y, al encontrarse con Neptuno, podrá darnos la fuerza de voluntad necesaria para materializar lo que parecía un sueño.

Por su parte, en junio Júpiter -planeta de la expansión y las oportunidades - ingresa a Cáncer, signo del hogar, la estabilidad, la familia, y nos da la posibilidad de expandirnos en temas que de alguna manera nos lleven a casa.

Pero esto no es todo. En julio, Urano, planeta regente de lo disruptivo y lo nuevo, ingresa a Géminis, signo de la comunicación, la mente y la palabra, luego de 84 años. Contactará por primera vez con un Plutón en Acuario y nos hará preguntarnos hasta dónde llegarán temas como la tecnología y la inteligencia artificial.

Los nodos lunares, por su parte, pasaron en enero de estar en Aries y Libra - dejando grandes lecciones en esas áreas de nuestra carta - a Virgo y Piscis, donde se darán los eclipses este año. Esta transición nos invitará a soltar ciertas conductas perfeccionistas, para acercarnos a un comportamiento más sensible, con los desafíos que eso implique.

Habiendo dado un pantallazo sobre el considerable movimiento de los grandes del cielo cabe aclarar que, a fin de año, estos planetas retrogradarán, por lo que será el 2026 en el que podamos sentir la concreción del inicio real.

Probablemente nos cueste entender en este momento dentro de qué contexto mayor se insertan estos cambios, pero sí podemos estar seguros de que este año algo grande se está iniciando en nuestras vidas, y con tanto aire y fuego dando vueltas, se nos invita completamente a la apertura y a la aventura.

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