El dolor es inevitable y siempre es una experiencia personal que está influenciada, en diversos grados, por factores biológicos, psicológicos y sociales. “Y aunque el dolor generalmente cumple una función adaptativa, puede tener efectos adversos sobre la función y el bienestar social y psicológico, por lo que es vital comprender, prevenir y tratar adecuadamente dicho síntoma. Dentro de las opciones terapéuticas contamos con medidas tanto farmacológicas como no farmacológicas”, explica la Dra. Noelia Grana Echaniz, especialista en Clínica Médica- Medicina Interna y formada en Diagnóstico y Tratamiento del Dolor especialmente en Medicina Regenerativa con Posgrados Universitarios dictados a través del Hospital italiano de Buenos Aires, del Instituto Alexander Fleming, la American Association of Orthopedic Medicine, la Asociación Médica Argentina, la Fundación GADA y la Fondazione Internazionale Menarini, de Italia, entre otros.
“En mi formación fue fundamental la generosidad, sabiduría y amistad del Dr. Emilio Augusto Pastor a quien considero mi mentor en Medicina Regenerativa, como también el apoyo de mi familia, que lo hace incondicionalmente”, asegura.
- ¿Qué terapéutica hay para los dolores osteomioarticulares?
Existen diferentes opciones para los dolores de huesos, músculos y articulaciones, que actúan estimulando la reparación de los tejidos de las zonas afectadas. Estos tratamientos se engloban dentro de la Medicina Regenerativa. Dentro de esta contamos con la Proloterapia (terapia de proliferación) que consiste en la inyección intraarticular, ligamentaria y/o de tendones empleando una solución "proliferante" (habitualmente dextrosa en diferentes concentraciones) que estimula directamente el crecimiento del tejido conectivo de los tejidos donde es colocada.
Otras de las opciones son las inyecciones de ácido hialurónico, de plasma rico en plaquetas (PRP) y de concentrados de grasa y/o médula ósea (BMAC). En estos últimos dos casos se utilizan células con sus factores de crecimiento extraídos del propio paciente (material autólogo). Además, contamos con neuroestimulación que induce analgesia por vía transcutánea o percutánea estimulando las vías propias del organismo generadoras de sustancias analgésicas; neuroproloterapia, que consiste en inyectar con una aguja muy fina dextrosa al 5% en zonas específicas sobre el recorrido de los nervios periféricos; hidrodisección de nervios, con la cual, bajo guía ecográfica, se inyecta una solución para “despegar” los nervios, por ejemplo en el Síndrome del túnel carpiano; Terapia neural, que utiliza agujas muy finas con las que se inyecta dextrosa 5% o solución salina con procaína (anestésico) a una determinada concentración en distribuciones segmento-metaméricas de la zona de dolor.
- ¿Cuántas aplicaciones se requieren y cuánto tiempo es necesario para lograr el efecto deseado?
Todo depende del tipo y grado de lesión, de la sustancia empleada y de las comorbilidades del paciente, entre otras. Es fundamental recalcar que la participación activa del paciente es fundamental para lograr los mejores resultados.
Datos de contacto: Mail: [email protected] - Cel: (0341) 155842075







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