El entrenamiento de fuerza se basa en mejorar la capacidad de los músculos para ejercer fuerza mediante la contracción muscular con resistencias externas como levantamiento de pesas, maquinas de peso, bandas elásticas o el propio peso de la persona.
Si no realizamos este tipo de ejercicios y nos basamos en hacer solamente actividad aeróbica (caminar, bailar, etc) o de lo contrario, no hacer ningún tipo de actividad física (sedentarismo) se incrementará la pérdida de masa muscular.
Perder masa muscular puede traer varias complicaciones a la salud a largo plazo.
Tener una masa muscular óptima e ideal para nuestra composición corporal nos traerá amplios beneficios:
- Salud ósea: el entrenamiento de fuerza ayuda a estimular la densidad mineral ósea haciendo a nuestros huesos más fuertes, previniendo enfermedades como la osteoporosis, osteopenia y reduce el riesgo de fracturas.
- Metabolismo y control de peso: Si el músculo crece, aumenta nuestro metabolismo basal y esto facilitaría a la pérdida de grasa corporal.
- Salud cardiovascular: beneficia a nuestra salud del corazón, a tener valores óptimos de HDL (colesterol "bueno") y reduce la presión arterial.
- Previene enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión arterial, la obesidad, la dislipemia, etc.
- Previene los dolores articulares u óseos de espalda, cervical, rodillas y mejora la postura.
- Mejora la fuerza, la potencia y la resistencia.
- Mejora el equilibrio y la coordinación.
- Mejora nuestro descanso y nuestro estado anímico.
Siempre buscá ayuda de profesores de educación física que puedan adaptar tu entrenamiento y hacerlo 100% personalizado.
Es importante destacar que una buena alimentación completa y nutritiva ayudará a la ganancia de masa muscular en conjunto con el entrenamiento.



