martes 17 de septiembre del 2024

“Fortaleciendo la Autoestima- Caminos hacia la resiliencia a través del género”

En un mundo cada vez más consciente de las desigualdades de género, el fortalecimiento de la autoestima y la resiliencia emergen como herramientas para que las mujeres puedan revertir situaciones dolorosas. Galería de fotosGalería de fotos

CREDITO CARAS

Me he abocado durante estos años a trabajar en la asistencia a las mujeres en distintos tipos de dispositivos, siendo recurrente el escuchar: “no tengo autoestima”; “no sé qué es la autoestima”; “tengo baja autoestima… porque se lo permito”. Todo esto, me hizo reflexionar sobre lo complejo y distinto que resulta para cada persona entender que es la autoestima.

Una de las definiciones que me gusta, a la hora de intervenir, es la referida a la autoestima como la valoración que una persona tiene de sí misma, siendo un aspecto fundante en el desarrollo personal, estando ligada no solo a experiencias individuales, sino también a factores sociales y culturales. Sin embargo, a la hora de pensar en la autoestima de las mujeres, me viene la siguiente reflexión: “está profundamente influenciada por el género” y a su vez, el lugar en que las encuentre en la vida, será la forma o las formas de enfrentar los desafíos, pérdidas, temores, amores, trabajos, deportes, maternidades, entre tantas otras cuestiones, que terminará afectando profundamente la percepción sobre ellas mismas.

En el contexto de género, estas experiencias pueden variar drásticamente. Así,  los estereotipos de género (lo que la sociedad espera de los modelos determinados acerca de cómo deben ser las mujeres y los varones), influyen en la autoestima de muchas mujeres , que son presionadas constantemente para cumplir con estándares de belleza, comportamiento, formas de amar, crianza, etc. Todos, establecidos por la sociedad. Además, la constante comparación con ideales inalcanzables, puede conducir a una disminución de la autoestima, generando sentimientos de insuficiencia y autocrítica. A su vez, los medios de comunicación y las redes sociales, proyectan un fuerte peso en el desarrollo de la autoestima, siendo muchas veces “retratadas” como “ seres perfectos en sus cuerpos, formas de caminar, siendo madres presentes las 24 horas”. Por lo tanto,  junto al mandato social, “lo que se espera de ellas” termina desembocando en la falta de confianza propia y en la sobre exigencia permanente. Es así pues, que para contrarrestar esto último, resulta necesario que la sociedad en su conjunto, tenga una mirada más humana para no dañar profundamente la autoestima de las mujeres.

El contar con un espacio de género, permite cuestionar estas ideas y elaborar junto a la mujer o las mujeres, las herramientas para trabajar la falta de aceptación pudiendo desarmar los mandatos, creencias, las culpas “por no poder conformar a todo el mundo”. Para ello, se convoca a la propuesta de identificar a partir  de distintas dinámicas, esos mensajes que dañan y con el tiempo empezar a preguntarse ¿cómo me siento?; ¿Cuáles son las frases acusadoras de los otros que me hacen mal?; ¿qué pasa con mi cuerpo?; ¿ qué me gusta de  mí y que no me gusta? ¿ Necesito la aprobación de otro?’. La experiencia profesional me dice que no siempre las mujeres están disponibles para ellas y lo doloroso que les representa el empezar a desarmar algunas de tales cuestiones.

Aquí, introduzco la idea de resiliencia y la relación con la autoestima, ambos conceptos, que están interrelacionados, juegan un papel fundamental en el bienestar emocional y mental de una persona. Pero ¿Qué es la resiliencia? Es la capacidad de una persona para adaptarse y recuperarse frente a situaciones difíciles, adversidades o traumas. Es la habilidad de afrontar los desafíos, aprender de las experiencias y encontrar maneras de seguir adelante. Las personas resilientes pueden manejar el estrés y las crisis de manera más efectiva.

Finalmente, cabe decir que trabajar en ambas áreas puede llevar a un mayor bienestar emocional y una vida más satisfactoria. En el caso de las mujeres que han pasado por situaciones traumáticas como es el caso de la violencia por razones de género, la autoestima se encuentra sumamente afectada ya que dudan de su valores y capacidades para enfrentar decisiones diarias, siendo descalificadas y humilladas por parte del/los agresor/es, no pudiendo accionar y, aparte,  invadidas por sentimientos de culpa y vergüenza porque “no pudo pararlo”, sintiendo además, que podrían haber hecho otra cosa. Así, recurrentemente, la desconfianza, la inseguridad,  propias a la hora de buscar ayuda, hacen “estragos” en la autoestima.

Por último, aclarar que cada mujer o grupo de mujeres, recorren un proceso diferente para lograr cambios en la autoestima. Por lo tanto, tales cambios, deben ser necesariamente trabajados, a través de un encuadre profesional sostenido en el tiempo para abrirse hacia nuevos caminos, donde la resiliencia será la guía en el autoconocimiento de las emociones, sentimientos y reacciones.

Si te interesa trabajar estos temas juntas, podes escribirme a: [email protected] o en Instagram a taller_las_mariposas

Natalia Lorena Rigamonti

Lic. en Trabajo Social

M. P.: 12659

 

Galería de imágenes
En esta Nota