martes 19 de marzo del 2024

Las mochilas que cargamos

A nuestras espaldas llevamos una mochila invisible pero pesada, llena de cargas que hemos naturalizado y que transportamos de aquí para allá y que muchas veces, nos impiden movernos y avanzar. Vamos a analizar cuáles son esas cargas. Galería de fotosGalería de fotos

CREDITO CARAS

En principio llevamos puestos máscaras sociales y disfraces con los personajes que hemos adoptado para salir al mundo. La palabra persona tiene su origen en la palabra griega “prosopon”, que eran precisamente las máscaras que usaban los actores para mostrar al público sus emociones a través de la imagen, y estas contenían además, un artilugio para que sus palabras pudieran llegar hasta los espectadores que se encontraban más lejos y así pudieron sonar mejor (personare). Desde el inicio adoptamos una personalidad que nos permita obtener lo que necesitamos: atención, apoyo, aprobación, cuidado. Cuando somos pequeños es lo que necesitamos, nuestras necesidades son satisfechas desde afuera. Pero a medida que crecemos, y aun siendo adultos, seguimos sosteniendo esta idea de que lo que necesitamos me lo tiene que dar otro. Entonces eternizamos personajes que resulten funcionales a lo que creemos que necesitamos obtener. Vamos, de alguna manera, distorsionando nuestra esencia en pos de conseguir algo que me viene desde otro. Rara vez observamos lo que pesa sostener un personaje con el que me he identificado por años, pero que en verdad, no soy yo.

Además, sostenemos historias del pasado que repetimos incesantemente para justificarnos. Nuevamente nos identificamos con el pasado y sentimos que si lo soltamos, estamos perdiendo. Ese pasado que no soltamos, también pesa. Llevamos con nosotros los condicionamientos y mandatos culturales y sociales de nuestras familias y de la sociedad en la que vivimos. Adoptamos paradigmas ajenos como propios sin cuestionarlos. Nos sometemos a reglas que otros dictaron y de un modo inconsciente dirige nuestras vidas. Generamos tal dependencia de las circunstancias que nos hemos creído que no podemos liberarnos. Creemos ser esclavos tan solo porque lo hemos aceptado como cierto. Cerramos muchas posibilidades tan solo porque creamos límites que nos impide acceder a ellas. No reconocemos que esas limitaciones son solo barreras mentales, que podríamos levantar en cuanto quisiéramos. Nos resistimos a creer que podemos alcanzar nuestros sueños porque hemos renunciado a creer en nosotros.

Quienes se conforman con habitar un mundo previsible y pre-diseñado por otros solo se limitan a sí mismos.  Quienes se convencieron que no tienen la suficiente fuerza para crear y transformar, están condenados a vivir tras las sombras de alguien más. Solo aquellos que se atreven a mirar hacia adentro hasta las profundidades son capaces de comprender que el universo que habitamos se expande o se achica en proporción al poder que expresamos. Solo quienes no se asustan de encontrar ideas diferentes a las aprendidas y se animan a explorar nuevos caminos son capaces de liberarse de cargas innecesarias que impiden el vuelo. Solo quienes confían en la grandeza de su alma saben que el mundo se ajusta a nuestra medida y que solo transformando desde adentro veremos esa transformación plasmada en nuestro mundo externo.

 

Rita Alvarez Picó.

Autora de La llave: Mi clave para la magia.

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Instagram y Facebook @sanarelalmaradio

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