Mujeres que Aman
Nos despertamos temprano. Antes de que el sol ilumine el día, ya estamos en marcha. Organizamos, cuidamos, resolvemos. Somos madres, hijas, amigas, hermanas, compañeras. Estamos ahí para escuchar, para sostener, para acompañar. No importa el rol que ocupemos, siempre hay alguien que nos necesita…
Pero, ¿qué pasa con lo que nosotras necesitamos?
Nos enseñaron que amar es darlo todo. Que el amor se demuestra en el sacrificio, en la entrega absoluta. Y lo hacemos con el alma. Pero, ¿cuántas veces nos hemos detenido a preguntarnos si nos estamos amando a nosotras mismas?
Nos pasa a todas. Postergamos nuestros sueños por los demás. Dejamos para después ese libro que queríamos leer, esa clase que nos ilusionaba, esa salida que nos haría bien. Ponemos el bienestar de otros por delante, hasta que un día nos miramos al espejo y nos cuesta reconocernos.
Y entonces llega el cansancio, la sensación de que algo nos falta. Nos acostumbramos a vivir para afuera, a ser fuertes para los demás, pero nos olvidamos de ser fuertes para nosotras mismas.
Hoy, en este Día de la Mujer, quiero que te hagas una pregunta sincera: ¿En qué lugar de tu vida te estás poniendo? Porque el amor que damos solo puede florecer si primero nos elegimos a nosotras mismas.
Amarte no es egoísmo, es necesidad. Es aprender a decir: “merecer no es un premio, es un derecho”. Es poner límites sin miedo, abrazar tus emociones sin culpa, soltar lo que duele sin cargar con la responsabilidad de arreglarlo todo.
¿Cuántas veces has querido llorar pero te tragaste las lágrimas porque había cosas más urgentes que hacer? ¿Cuántas veces sentiste que no podías más y, sin embargo, seguiste adelante porque alguien dependía de ti? ¿Cuántas veces deseaste un abrazo, una palabra de aliento, pero no te atreviste a pedirlo porque te enseñaron que podías sola?
No estamos solas. Nos tenemos a nosotras mismas. Y también nos tenemos entre nosotras.
Desde mi trabajo como coach, acompaño a mujeres que han olvidado cómo mirarse con amor, que han aprendido a ser todo para los demás y han dejado de serlo para ellas mismas. Mujeres que quieren reencontrarse, sanar, fortalecer su autoestima y construir relaciones más sanas, empezando por la relación más importante: la que tienen consigo mismas.
Y ese camino no es fácil, pero es posible. Porque cuando empezamos a valorarnos, a tratarnos con la misma ternura con la que tratamos a quienes amamos, algo cambia. La culpa se disuelve, la voz interna que nos exige se suaviza, la sensación de estar corriendo sin rumbo se transforma en claridad.
Hoy, te invito a que no solo celebres el amor que das, sino que también te regales amor a ti. Tal vez con un pequeño gesto: cinco minutos para respirar y escucharte, un sí a ese sueño que pospusiste, una charla en la que te permitas ser vulnerable sin miedo al juicio.
Porque somos mujeres que aman. Pero también somos mujeres que merecen ser amadas. Y todo empieza por nosotras.
Feliz Día de la Mujer.
Luciana Ellemberger
Coach Ontológico y Emocional | Especialista en Autoestima y Relaciones de Pareja
Email: [email protected]
WhatsApp: +54 9 351 5 051 684
Instagram: @luciana.ellemberger.coaching











Paola Marzotto: “No entiendo el amor al dinero”

Porno en pareja: mitos y verdades sobre esta práctica durante las relaciones

Estilo imperial, tatuajes y sofisticación: así fue el soñado cumpleaños de la China Suárez
