Las habilidades que históricamente nos acuñaron a las mujeres se convirtieron en condiciones para lograr un presente y un futuro sustentable.
La sociedad post pandemia, la revolución digital de cara al metaverso, la convivencia de hasta cinco generaciones en las organizaciones, el mundo en constante cambio, convierte en imperativa la versatilidad del pensamiento y el delineado constante de la actitud para tomar decisiones.
Los resultados que obtenemos son consecuencia de nuestras acciones, y a su vez las acciones están definidas por lo que pensamos. Nadie actúa en contra de lo que cree. Hay una coherencia entre resultados, acciones y creencias. La generación de +40 venimos de un mundo en el que las ideas eran estables, duraderas, algunas incuestionables. La evolución y las transformaciones de la sociedad en muchos aspectos nos ubica en una actualidad marcada por el cambio permanente, la ambigüedad, la complejidad y la incertidumbre. Nos dimos cuenta de que así como cambia el mundo, también cambiamos las personas.
Las etiquetas y los estereotipos se corresponden con un paradigma que quedó viejo, todo lo que tenía que ver con lo rígido, lo duro, lo disciplinario, lo racional, lo intransigente, lo binario, es parte de la mirada del siglo XX, pero el siglo XXI llegó con nuevas necesidades.
La extrema visión racional de la vida llegó a su límite. Nos dimos cuenta de que la realidad es una construcción, de que el género se aprende y de que nada está escrito en piedra. Se resquebrajaron los estereotipos, ya no hablamos de sexos, sino de géneros; ya no hablamos de jefes, sino de líderes; ya no hablamos de diferencias, sino de diversidad; ya no hablamos de obedecer, sino de co crear; ya no hablamos de grupos, sino de equipos. Una nueva cosmovisión atraviesa la vida y es necesario aprender nuevas herramientas.
Las habilidades conocidas como "blandas" hoy son capacidades centrales para la creación de relaciones, para el forjamiento de equipos exitosos y para el logro de los resultados que las empresas necesitan para ser sustentables. Habilidades como el diálogo, la confianza, la inteligencia emocional, la intuición, la autenticidad, la resiliencia, la empatía, la solidaridad, la escucha, la integración, la creatividad pasaron de ser soft skills a ser power skills.
¿Qué puertas se abren cuando los estereotipos ya no son una creencia limitante? El mundo cambió su mirada, te invito a reflexionar acerca de las herramientas que son indispensables para gestionar el cambio, la hibridez y la perplejidad.