sábado 27 de julio del 2024

“Nuestro ADN se modifica en su accionar con las experiencias, mandatos y creencias”

El facilitador ha adoptado en el país el método de Memoria Celular, ayudando a los consultantes a asumir nuevamente el rol protagónico de su vida. ¡No te lo pierdas!

Marcelo Felice trabaja desde el año 2000 en el área de rehabilitación de la columna vertebral, en la ciudad de La Plata. Con una gran vocación, el profesional tenía dudas sobre las dolencias y su origen psicosomático. Por esa razón, se ha abocado en realizar tratamientos centrándose en la causa y así se lo cuenta hoy a Caras. “Entendí que cuanto más cerca de la causa sea el abordaje del conflicto físico o emocional, más duraderos serán los cambios. Dicho de otra manera, si uno no modifica las causas, los síntomas aparecerán una y otra vez”, remarca el profesional quien se dedica a la Memoria Celular.

“Esta necesidad de ver a la persona holísticamente y no en forma mecánica, me lleva a descubrir la MEMORIA CELULAR”, destaca Marcelo quien tiene su consultorio en la Asociación Reiki Integridad, de La Plata, dónde “entendieron mis necesidades y acompañan mi crecimiento”.

¿Qué es la MEMORIA CELULAR y que soluciones aporta?

Cuando hablamos de Memoria Celular partimos de la idea que nuestras células tienen registro de todo lo que hemos vivido, y más aún, lo que traemos en nuestro material genético de hasta 7 generaciones atrás. Esto indica que muchas veces, la causa de lo que nos incomoda no nos corresponde directamente a nosotros, sino que viene de nuestros ancestros. Por ejemplo: si un tatarabuelo nuestro (con el que lógicamente nunca tuvimos contacto) tuvo una pérdida importante en un accidente de tránsito, seguramente haya generado en él un conflicto que guardó en sus células. Esa información queda almacenada y asociada al miedo, enojo, etc. Estas células que tienen la información se fueron replicando y pasaron la información a otras células. Luego tuvo un hijo y está información pasó con el material genético hasta llegar a mí. Y hoy, siguiendo con el ejemplo, es probable que yo tenga miedo a manejar  sin saber por qué. Lo que sucede es que esa memoria está hablando dentro de mi aunque mi mente no sepa porque aparece ese miedo.

Esta práctica trabaja a través de los testeos musculares de precisión, un sistema nacido en EE. UU. en 1970 a partir del Dr John F Thie. Estos testeos manuales nos permiten encontrar variaciones sutiles del tono postural como respuesta al tema de sesión. Esta disminución del tono nos indica que en el sistema que estamos evaluando hay ESTRÉS (la primera respuesta del estrés es la disminución del tono postural). A partir de ahí se hacen correcciones, permitiendo que se liberen emociones y traumas limitantes. Nuestras células tienen toda la información de lo que hemos vivido, mientras que la mente interpreta un porcentaje mucho menor.

Acá el terapeuta es FACILITADOR y el paciente es CONSULTANTE. Esto es muy importante porque al ser una terapia holística, el facilitador "facilita pero no cura". En cambio la sanación la realiza el consultante que por no ser "paciente" tiene un rol activo en este proceso. Esto cambia sustancialmente la visión que tenemos en occidente. La persona empieza a hacerse responsable de su proceso y a cambiar la visión de todo lo que es capaz de generar. Empieza a tener un rol protagónico en su vida, con pocas sesiones.

¿Cómo afectan en nuestro ADN las experiencias que nos tocan vivir?

Hoy la Epigenética, a través de Greg Braden, Joe Dispenza, y Bruce Lipton como precursores, han demostrado que nuestro ADN se modifica en su accionar con las experiencias, mandatos y creencias. Vale decir que si hay algo que no creo posible, nunca lo voy a poder crear.

Y por otro lado, también se sabe que la enfermedad no es algo rígido que heredamos sino que es información de algo que traemos no resuelto. Hoy la Epigenética demostró que la experiencia modifica el ADN y por lo tanto, cuando empezamos a disolver estos mandatos, creencias y experiencias limitantes, empezamos a recuperar la capacidad de elegir libremente, empezando a tener coherencia interna entre lo que pensamos, decimos y sentimos. ¡Eso es paz interior!

¿Qué has aprendido en estos años de profesión?

He aprendido varias cosas, que sin duda primero cambiaron mi vida. Hoy veo dos grandes grupos de personas: las que son "victimas de lo que sucede afuera”, y que piensan que “yo soy un simple espectador de mi vida”. Y otro grupo al que pertenecen los que perciben una "responsabilidad" sobre lo que sucede, aunque no encuentren la solución al conflicto.

Cuando cambiamos la perspectiva nos damos cuenta de que nos enfermamos por nuestro sistema inmunológico deprimido; cuando no aprendemos es porque no tenemos necesidad de aprender, nos falta algún nutriente cuando, por alguna razón, nuestro cuerpo deja de metabolizarlo.

Otra cosa importante es que los síntomas como las emociones, son información de algo interno y no una falla de nuestro SER. Por lo tanto, creo fundamental observar lo que nos sucede para descubrir qué lo genera. Generar una visión más amplia de la realidad.

Otro concepto muy importante, es que la espiritualidad dejó de ser algo exclusivamente para místicos. Hoy la espiritualidad es aprender a acallar nuestra mente para lograr conexión mente-cuerpo-espíritu.

¿Qué es lo que se viene? ¿Cómo te ves en el futuro?

Este es un momento especial por la cuarentena, una situación atípica que nunca había sucedido en la historia de la humanidad. Que literalmente se "apague" el planeta, para que cada uno en forma individual, podamos ver qué encontramos en esta “oscuridad interna” y cómo somos capaces de trascender. Creo que es importante mirar hacia adentro. Para los orientales mirar hacia adentro es energía YIN.

En esta energía uno se hace más receptivo, más creativo y es donde empieza a germinar todo lo que después volcaremos en acción (energía YANG) en nuestras vidas. Como sabemos estas energías deben estar en equilibrio. Las crisis son oportunidades de crecimiento.

Veo ya un presente donde la ciencia y la espiritualidad vuelven a ser uno , y esto se va a ir marcando cada vez más. De la misma manera que tenemos dos hemisferios cerebrales, uno derecho más holístico, creativo, “espiritual”, y uno izquierdo, racional, “científico”, necesitamos la interacción de los dos para ver la realidad completamente. Creo que lo mismo está empezando a suceder entre ciencia y espiritualidad.

En lo personal, me gusta contribuir como muchísima gente a ser más conscientes, y a saber que en la angustia, el miedo o la desesperación, siempre hay una salida. Eso se logra aprendiendo a ver las cosas desde otro lugar. Si cada uno empezamos a mejorar nuestro mundo interior, seremos una sociedad más feliz.

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Para contacto: Marcelo Felice – Facilitador // Teléfono: +54 9 221 5995828 // Asociación Reiki Integridad: calle 4 n 1419 – La Plata, Buenos Aires.

 

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