La muerte como sanación: un viaje hacia la integración del ser
En un mundo donde la medicina tradicional predomina, propongo una visión alternativa de la sanación. Con una mirada profunda y llena de compasión, considero al proceso de la muerte como un tránsito esencial hacia una nueva forma de existencia. Para mí, la muerte no es el fin, sino la culminación de un proceso vital, una integración de lo vivido. La sanación no se limita a la prolongación de la vida, sino que trasciende a un nivel mucho más profundo: el despertar a nuestra verdadera esencia.
“Morir es un regreso”, el cuerpo, cuando deja de luchar, está simplemente completando un ciclo. Este soltar, es una profunda liberación. La sanación, entonces, no solo involucra al cuerpo físico, sino también la mente y el alma en su totalidad. En mi práctica, trabajo con la idea de que sanar no es solo un acto biológico, sino también un proceso de consciencia. El verdadero poder de la sanación está en la conciencia: cuando tomamos conciencia de lo que sucede dentro de nosotros, las emociones guardadas, los patrones repetidos, o nuestra propia energía, el cuerpo responde positivamente.
A lo largo de mi carrera, he visto cómo síntomas aparentemente inamovibles comienzan a disolverse cuando las personas logran conectar con una comprensión más profunda de sí mismas. Este proceso de sanación, nunca puede ser impuesto, sino acompañado en un espacio seguro, donde la conciencia pueda emerger. De esta forma, el terapeuta no impone su conocimiento como una verdad absoluta, sino que guía y acompaña a la persona en su propio camino.
Hago una distinción clave en mi visión: la sanación no consiste en eliminar síntomas, sino en integrar lo que esos síntomas buscan resolver. A través de mi experiencia con diferentes medicinas ancestrales y técnicas contemporáneas, lo esencial es comprender que sanar es un viaje hacia el equilibrio interno. Este viaje no se trata de una solución rápida, sino de un camino de autoconocimiento que nos invita a soltar la expectativa de una solución inmediata y abrazar el proceso, incluso cuando este implique momentos de incertidumbre o dolor.
En este sentido, la sanación integral no debe ser reducida a fórmulas mágicas. Recientemente, escuché a un médico que promovía una combinación de vitamina C, raíces y otras plantas como solución milagrosa para el tinnitus. Aunque me resulta interesante como investigadora, no creo que exista una fórmula única aplicable a todos. Para mí, cada persona es un individuo único con su propia historia, biología y energía. Las enfermedades pueden tratarse y mejorar, pero el verdadero camino de sanación no se encuentra en una receta mágica. La sanación es un proceso integral, que involucra cuerpo, mente y espíritu.
El cuerpo no es una máquina que se repara siguiendo un manual. Es un organismo consciente que se expresa a través de sus síntomas. El dolor, el malestar o las alteraciones en los análisis son, en muchos casos, mensajes que piden ser escuchados. Así, la verdadera sanación comienza cuando el paciente se siente escuchado, y el terapeuta ofrece su apoyo sin juicios. La sanación real no es un acto pasivo, sino una invitación a asumir la responsabilidad de nuestra vida y conectar con la sabiduría de nuestro propio cuerpo. Cada síntoma, cada malestar, es una oportunidad para descubrir más allá de lo evidente.
La sanación no es un acto que alguien más puede entregarnos. Es una invitación a conectar con la sabiduría de nuestro interior, a recordar que la medicina más poderosa reside dentro de cada uno de nosotros. La verdadera sanación es aquella que despierta nuestra conciencia y nos devuelve a nuestro poder interior, restaurando la armonía entre cuerpo, mente, alma y el cosmos.
A través de este enfoque, he logrado integrar distintos saberes ancestrales y modernos, como la medicina Ayurveda, el chamanismo y la astrología. Estos conocimientos no solo enriquecen mi práctica, sino que me han llevado a fundar un espacio único en la precordillera de Catamarca, El Portal, un refugio donde la naturaleza y la energía del lugar juegan un papel fundamental en la sanación. En El Portal, las personas tienen la oportunidad de realizar rituales y ceremonias que les permiten restablecer su equilibrio físico, mental y espiritual, reconectando con la esencia de la vida.
Concluyo con un mensaje esperanzador y transformador: la sanación no es solo un proceso biológico, sino un despertar profundo hacia nuestra verdadera esencia. Es un recordatorio de que la salud es un estado de armonía con nosotros mismos, con la vida y con la luz que nos sostiene.
Para más información:
Dra. Claudia Sánchez
Especialista en Sanación Holística, Conexión Cuerpo-Mente-Alma
Instagram: @dra.claudia.sanchez
WhatsApp de consultas e información: +54 9 11 5970-7240



Adiós a las dietas: ¿Por qué los cambios de hábitos son la clave para un peso saludable?

De emprendedor a mentor: la visión de Pablo Cardozo para impulsar negocios

Luciana Ellemberger, nuestra coach especialista en Parejas y Autoestima: “El amor que damos solo florece si primero nos elegimos”

STRINA: Diseño, calidad y funcionalidad en cuero legítimo

Cómo es Corea del Norte: la experiencia del argentino que recorrió el mundo entero

Porno en pareja: mitos y verdades sobre esta práctica durante las relaciones

Por qué las hijas de Dalma Maradona se llaman Roma y Azul
