Recuerda cómo recogía los retazos de tela que su madre y su abuela dejaban caer al suelo mientras cosían, y con esos pequeños trozos, creaba ropa para sus muñecas. "Ellas al ver esto, me enseñaron a utilizar las máquinas de coser, lo que me generó mucha pasión por la ropa, y hoy en día lo materialicé creando esta hermosa marca", cuenta Heidi.
Sin embargo, la vida la llevó por otro camino. Se convirtió en ingeniera, una decisión que la alejó de su pasión. "Eso me generó muchos problemas de salud, porque cuando no haces lo que te gusta, tu cuerpo lo empieza a exteriorizar", reflexiona. Fue durante un viaje cuando redescubrió su antigua pasión, la cual, aunque latente, nunca había desaparecido del todo.
Heidi retomó la costura, realizando varios cursos para perfeccionar sus técnicas. Empezó a dar forma a sus diseños. "Tenía muchos miedos de lanzarme a crear mi propia marca porque eso significaba dejar la zona de confort donde muchos dejamos nuestros sueños por lo que es ‘seguro’. Algo que al final nos termina haciendo personas infelices o tristes o amargadas o enfermas", confiesa.
A pesar de las dudas, la idea de crear su propia marca persistía en su mente. Y un día, mientras se dirigía a su antiguo trabajo, encontró el nombre perfecto. "Empecé a jugar con palabras sobre algo que definiera la delicadeza, el romanticismo, la elegancia y sensualidad de una mujer, y sabía muy bien que no hay nada mejor para definir esas cualidades que una flor", explica. Así nació Rose Amarela, una fusión del inglés y el portugués, inspirada por las rosas amarillas, sus flores favoritas.
Rose Amarela se define por la creación de ropa que combina estilos atemporales con un toque de sofisticación y romanticismo. "Cada detalle es pensado para crear un estilo único y exclusivo, con productos de buena calidad y de ediciones limitadas, lo que hará que te sientas diferente al resto", explica Heidi.
Con un profundo compromiso con el medio ambiente, Rose Amarela también incorpora materiales biodegradables, reciclables y reutilizables en sus productos, apostando por una moda que no solo sea hermosa, sino también responsable. Para Heidi, cada pieza es un reflejo de su pasión y un tributo a las generaciones de mujeres costureras en su familia: "Cuando usas uno de mis diseños, estás contribuyendo no solo a mi sueño, sino al sueño de todo mi linaje femenino que solo se pudo quedar con el ser costureras, pero yo las llevé a otro nivel".
Hoy a sus 40 años, descubrió que la vida tiene una manera de guiarte hacia tu verdadero camino. "Cuando algo no es para ti, la misma vida se encarga de mostrarte el camino, y solo está en ti dejar que el universo te lo muestre", afirma. Cuando fue desvinculada de su trabajo, había quedado en shock, ¡pero luego se dio cuenta que fue lo que mejor que le había podido pasar! Fue así como se lanzó a emprender y las puertas comenzaron a abrirse para que Rose Amarela tomara forma.
Emprender, dice, está lleno de sacrificios y retos, tanto mentales como físicos, que te hacen dudar si vale la pena. "Pero vale mucho la pena, porque si es para que tu sueño se haga realidad y puedas dedicarte a lo que realmente te gusta y te apasiona, lo demás es aprendizaje de vida", asegura. Cada paso dado, cada obstáculo superado, le ha enseñado que todo esfuerzo hecho con amor y dedicación tiene su recompensa.
Heidi, mujer de fe y de gran resiliencia, agradece a quienes la han acompañado en este recorrido, y a la fuerza espiritual que la ha guiado en los momentos más difíciles: "Tengo Fe al Sagrado Corazón de Jesús y la Virgen de Luján, y gracias a eso, cuando decaigo, siempre hay algo milagroso que me levanta y no deja que me rinda".
Hoy, con Rose Amarela, Heidi Lugo ha creado una marca que celebra la fuerza, la elegancia y la autenticidad de cada mujer. Y su mensaje es claro: "Siéntete única, siéntete diosa. ¡Siéntete Rose Amarela!".
Web: https://roseamarela.com
Instagram: @roseamarela
Whatsapp: +5491166802257