La idea de producir sus propios hongos surgió de manera natural dentro del proyecto. Con una identidad marcada por el respeto a los procesos de la naturaleza y una fuerte curiosidad por los beneficios de los alimentos funcionales, Emi y Carlos —creadores del vivero bar— decidieron experimentar con el cultivo urbano. Sin experiencia previa, pero con dedicación, convirtieron un espacio reducido en un pequeño laboratorio donde hoy crecen distintas especies bajo condiciones controladas.
“Lo principal es ser conscientes de que estamos cultivando seres vivos. A veces pueden comportarse de manera distinta a lo que uno espera, y eso también es parte del aprendizaje”, explican. Y agregan: “En la naturaleza, los hongos fructifican con determinada humedad y temperatura. En un entorno artificial, como el altillo de un bar, hay que acompañar ese proceso con luz, ventilación y un seguimiento diario para que se dé de forma saludable”.
La primera cosecha incluyó variedades comestibles como gírgolas y melena de león, además de hongos adaptógenos que son usados en formato de extracto en las infusiones que ofrece Grounding. Los hongos comestibles ya se están integrando a distintas opciones del menú: pueden encontrarse en sándwiches, escabeches, salteados o incluso como relleno de omelettes. En cuanto a los adaptógenos, se incorporan en gotitas dentro de las infusiones calientes que el bar ofrece a lo largo del día.
Más allá del uso gastronómico, el equipo de Grounding resalta el valor de trabajar con un producto orgánico, libre de químicos y producido por ellos mismos. “Cuidamos cada detalle del cultivo, desde el sustrato hasta la cosecha, para asegurarnos de ofrecer alimentos que no solo son ricos, sino también saludables y de calidad”, aseguran.
Como parte de su visión de comunidad, Grounding no se detiene en la producción interna. Una de sus próximas metas es abrir talleres de autocultivo para que más personas puedan acercarse al mundo de los hongos desde la práctica. “Queremos que cualquiera que venga al bar pueda aprender lo básico del cultivo domiciliario, participar de una experiencia didáctica, probar alguna preparación con hongos y llevarse su propio kit hecho por ellos mismos”, cuentan.
La apuesta por los hongos es una extensión natural de la identidad de Grounding: un espacio que busca ofrecer bienestar, conexión con lo natural y alimentos con propósito. Esta primera cosecha no será solo un logro productivo, sino también un paso más hacia una propuesta gastronómica con raíz, consciente y en evolución constante.
Contacto : www.instagram.com/grounding.sfn
Dirección : 9 de julio 3136 Santa fe (capital)
Whatsapp : 3424725273




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