En una emotiva entrevista con Héctor Maugeri en +Caras (Caras TV), Alejandro “Marley” Wiebe presentó públicamente a Milenka, que acaba de cumplir cuatro meses. Además de compartir detalles íntimos del camino que transitó para ser padre, contó la historia detrás de las madres subrogantes que hicieron posible el nacimiento de sus dos hijos.
Marley está viviendo uno de los momentos más felices de su vida. Con la llegada de su segunda hija, el conductor logró cumplir su sueño más anhelado: formar una familia. Mirko, su primer hijo, nació el 27 de octubre de 2017, en Chicago, Estados Unidos, a través de gestación subrogada. Siete años más tarde, el 28 de diciembre de 2024, llegaría Milenka, nacida en Oklahoma bajo el mismo método, que nuevamente le permitió vivir la paternidad de forma plena.

Durante la charla con Maugeri, Marley reveló que buscó que la donante de óvulos que dio origen a Milenka fuera parecida a la de Mirko. “Casualmente también es de Rusia”, contó.
El conductor también compartió recuerdos sobre Britany, la madre subrogante de Mirko: “Es de Wisconsin, afroamericana, y ya tenía dos hijos varones. Mirko fue su tercer embarazo, y después tuvo una nena. Fue un placer todo”.

Para el nacimiento de Milenka, eligió a Kasandra, una mujer de Oklahoma con quien también generó un vínculo muy especial. “Es divina. Ella y sus hijos venían a verla, estaban fascinados”, recordó Marley, reflejando la humanidad que marcó ambas experiencias.
Marley y la experiencia del nacimiento de Mirko y Milenka
Sobre las diferencias entre los dos partos, el conductor explicó que cada uno fue completamente distinto. “El primero es shockeante, no sabés qué va a pasar. Todo es una sorpresa. El parto de Mirko fue una cesárea de emergencia”, reveló. En cambio, con Milenka, el proceso fue más tranquilo aunque inesperado: “Fue parto natural. Yo había aterrizado en Dallas y me empezaron a llegar mensajes diciendo que estaba en el hospital. Fui dos semanas antes porque me dijo que sus dos hijos varones nacieron dos semanas antes de lo previsto”.

El primer contacto de Marley con su hija fue un momento que jamás olvidará. “Me senté sin la remera, la apoyé sobre el pecho y empezó un momento de unión que es eterno. Ella es súper buena onda”, dijo con una sonrisa. En ese instante, el vínculo entre padre e hija se selló para siempre.