En una entrevista profunda y emotiva con Héctor Maugeri en +Caras (Caras TV), el cantante Rodrigo Gonzalo Tapari, exlíder del grupo Ráfaga, abrió su corazón y se refirió sin filtros a una de las etapas más oscuras de su vida: su adicción al alcohol, las mentiras y la doble vida que mantuvo durante años.
Tapari fue durante catorce años la voz principal de la reconocida banda de cumbia. Si bien su ingreso a Ráfaga significó el inicio de una carrera exitosa, con reconocimiento, giras internacionales y el cariño del público, también lo enfrentó a lo peor de la fama.
Rodrigo Tapari y el lado B de la fama
“Siempre aclaro esto porque por algunas declaraciones por ahí se confunde: a mí nadie me obligó a hacer nada. Hay un sistema que aplaude ciertas cosas que uno, si no las hace, queda afuera. Yo era una persona sin experiencia profesional, de giras, de noche”, expresó desde el living de +Caras.
Con tono reflexivo, el músico describió el contraste entre su vida anterior y el mundo del espectáculo: “Me encontré con una vida totalmente distinta a mi mundo habitual. Yo trabajaba de albañil con mi papá, tocaba en el barrio, estudiaba. De ahí a salir a escenarios increíbles, que todo el mundo quiera una foto con vos, que de repente terminara en una fiesta, el alcohol”.

Esa presión del entorno y la necesidad de adaptarse al ritmo de las giras lo empujaron, poco a poco, a desarrollar una peligrosa dependencia. “Sentí que si no accedía, no era parte. Yo entendí que era un poco eso el juego de la música. Particularmente, me pasó que como trabajábamos mucho me quedaba afónico y una persona me dijo ‘tomate esta tapita de whisky’. Yo en ese momento no tomaba alcohol, me dio asco, no me gustó, pero me dijo ‘bajalo con esto’. Empecé de a poquito y terminé envuelto en una adicción que no podía cantar sin eso”, confesó.
Uno de los episodios que marcó su deterioro fue con un productor español: “No estaba el whisky en el camarín y yo no quería salir a cantar. A ese nivel de dependencia”.
La doble vida de Rodrigo Tapari
Paralelamente, su vida personal también comenzó a desmoronarse. A pesar de estar en pareja con su esposa —a quien conoce desde hace más de 20 años—, Tapari cayó en un espiral de infidelidades y desarrolló una doble vida: “Era una persona recontra fiel y me empecé a meter en un mundo de infidelidad total. Era entre más suceda esto, mejor. Pero eso tenés que ocultarlo, por más que todos te lo aplaudan, sabés que está mal”.
En aquella época, las redes sociales recién comenzaban, pero eso no evitó que ocultara su vida secreta. “Yo estaba de novio con mi esposa, no existían las redes sociales, el WhatsApp, el Instagram, pero sí el teléfono y los mensajes. Mi teléfono era una bomba de tiempo. Ocultaba, escondía, mentía”.

La verdad finalmente salió a la luz. Su esposa descubrió un perfil de Facebook que Tapari mantenía en secreto: “Tenía conversaciones, videos, fotos con las personas con las que yo andaba en cada lugar. Ese día la destruí por completo, ella me tenía ahí arriba, era el hombre de su vida y descubrió que tenía una doble vida. Ya era papá”.
El testimonio de Rodrigo Tapari es una ventana al lado B de la fama, un relato marcado por la adicción, el engaño y el dolor familiar. Sin embargo, también es una historia de redención. Con el tiempo, logró reconstruir su vida, sanar sus vínculos y enfrentar sus errores con valentía.

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