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No fue una semana fácil para Benjamín Vicuña y la China Suárez. A pesar de los rumores de crisis, la pareja está en su mejor momento. No sólo comparten el amor, sino también el éxito de la mano de ATAV (Argentina, tierra de amor y venganza) una de las ficciones del año. Pero compartir el trabajo conlleva sus sacrificios y el actor chileno reveló en exclusivo para CARAS qué es lo que siente cuando su mujer besa a otro en la tira.
—¿Cómo manejan con su pareja los besos que tienen con otros colegas en la ficción?
—Al ser los dos actores, entendemos muy bien cómo es el juego. Los dos nos potenciamos y apoyamos en los
personajes que interpretamos. Estoy muy orgulloso de lo que le está pasando con su personaje, “La Polaca”, que,
más allá del aspecto romántico, es una historia real que tuvo que ver con la trata de blanca. Sin embargo, nos
preservamos en algunas cosas: no voy a mirar un compilado de besos de mi compañera con otros colegas. No me
da placer y prefiero evitar ese morbo. Y también me parece que es el caso de la China. Se va manejando.
—“La China” es una de las mujeres más lindas, ¿Cómo hace para que la cotidianidad no lo haga olvidar de
piropearla?
—Intento no dormirme y estar atento a los pequeños detalles. Por supuesto, la piropeo, trato de que la rutina no
me haga olvidar la hermosa mujer que me acompaña: suelo sorprenderla con alguna salida, propuesta o algún
viaje. Nos gusta ver maratones de series. No le cocino porque la grosa de la cocina es ella: heredó esa pasión por
parte del padre. Siempre me hago lugar para la pareja.
—¿Se asume como seductor?
—Sí, el actor inconscientemente trabaja con la seducción: actuamos y queremos que nos compren los personajes,
que nos miren y crean. La seducción es parte de mi forma de dialogar con la vida y con las personas. No es algo
que tenga bloqueado ya que la seducción es parte de mi personalidad.
