Tras abandonar su hogar en Nordelta, donde convivía con Mariano Martínez y los hijos del actor, Milo y Olivia, Camila Cavallo se confesó con CARAS y consultada sobre la posibilidad de una posible reconciliación a futuro, no cerró del todo las puertas: “Uno nunca sabe. Como una relación uno cuando la empieza nunca cree que va a terminar lo mismo pasa con la separación”.
Además, la modelo que dedica sus días -y energía- en la decoración de la casa donde ya vive con su hija de tres años Alma, lo único que actualmente la une al actor, confiesa que para atravesar el duelo debió acudir a terapia.
“Abordar el tema de la separación con Alma era mi mayor miedo. Hablé con mi psicóloga para que me ayudara y charlamos mucho. Alma sabe que si extraña a papá puede llamarla. Y lo mismo con los hermanos. yo con Juli (Giambroni), su mamá, tengo súper buena relación así que seguirán viéndose, jugando, cuando se pueda vendrán a mi departamento o el de ella. Eso no tiene por qué cambiar”, aseguró la joven oriunda de Santa Fe y concluyó: “Creo que todo el mundo elige qué mostrar de su realidad y que no. Uno no muestra en redes sociales las peleas o las diferencias que uno tiene en su relación o por lo menos en mi relación con Mariano no lo hacíamos. Mostrábamos los momentos lindos compartidos y las experiencias lindas. Hoy me aferro mucho a mi hija y me enfoco en hacer terapia”.