En medio de su tratamiento de rehabilitación y enfocado en su carrera, Chano Charpentier se reinventa y pone su música en el primer lugar. Convencido del poder sanador del arte, equipara su trabajo con un servicio esencial.
"Entregarme a la música es lo único que me hace sentir vivo. Hacer música y entregarme a la gente lo tomo como un servicio. Como si fuese un policía o un médico, obviamente lo mío es mucho más chico y no cura las cosas, pero bueno, hace bien y hace feliz. Trabajar de eso es lo máximo que tengo", dijo en “Los Mammones”, en una entrevista íntima en el último programa del late nigth show conducido por Jey Mammon.
En medio de rumores y desmentidas de romance con Natalie Pérez, Chano evitó hablar del tema y solo se dedica a componer nuevas canciones y girar con su banda por todo el país.
Chano Charpentier habló con Juana Viale sobre su último brote: “No me acuerdo de nada”
En octubre, Chano Charpentier rompió el silencio tras su internación en una entrevista en la que habló de todo junto a Juana Viale para “Almorzando con Mirtha Legrand”.
“Estoy mejor que nunca, yo sé que parece extraño. Estamos en Gens, una comunidad terapéutica. Estoy hace dos meses y días. Vine a hacer un tratamiento con internación, que lo necesitaba de verdad. No podía parar”, dijo al iniciar la nota con quien fuera su pareja.
El momento más esperado de la charla fue cuando Chano habló de su último brote por el que terminó internado con un disparo y peleando por su vida. “La noche del accidente, no me acuerdo de nada. Yo me despierto en el hospital atado y me fueron contando como fueron los hechos. Yo no sabía que me había pegado un tiro, nada. Es más, yo fui hablando en la ambulancia y cuando llegué al Hospital Otamendi estaba mi hermano en la puerta y yo le dije: ‘Bambi quedate tranquilo que está todo más que bien’ y yo estaba con la bala", agregó.
Además, recordó que dos días antes de la crisis nerviosa había comenzado a consumir alcohol y otras sustancias que lo llevaron al brote del que no recuerda nada, ni siquiera el momento en que, con un cuchillo, amenazó a todos los presentes, incluido el policía que le disparó para reducirlo.
“Creo que Dios sabe por qué hace las cosas y a mi ese balazo me sirvió. Yo puedo aprender de tener esa tocada de fondo, más allá de que haya perdido el riñón y haya perdido parte del páncreas y haya perdido el vaso...la bala entró y salió, en el momento. Salió a tres milímetros de la columna. Podría no haber caminado más. Para mí, es una oportunidad. Solo puedo verlo como una oportunidad para ponerme bien”, concluyó, esperanzado por el futuro que lo espera.