Los matrimonios fallidos de Ana María Orozco y Salvador del Solar: el camino que transitaron hasta encontrarse

Ana María Orozco y Salvador del Solar no hicieron anuncios mediáticos sobre su relación, ni posaron para portadas. Pero desde hace un tiempo, conviven en Buenos Aires, construyendo una historia que nació desde el trabajo y la amistad, y que hoy los une como pareja.

Después de años de estar en el centro de la escena por otros motivos —ella por su emblemático papel como Betty, él por su carrera artística y política—, ambos atravesaron matrimonios fallidos antes de este nuevo comienzo, más maduro y sereno. 
 

Los matrimonios fallidos de Ana María Orozco y Salvador del Solar

Ana María estuvo casada brevemente con Julián Arango, su compañero en Betty, la fea, entre 1999 y 2000. La separación de los artistas generó rumores de infidelidad por parte de ella, lo que el mismo Arango desmintió públicamente, aclarando que la relación se termino por un "desgaste común". Luego, Orozco formó pareja con el músico Martín Quaglia, con quien vivió en Argentina y tuvo dos hijas: Mía y Lucrecia; pero la relación terminó en 2012.

Del Solar, por su lado, fue pareja de Ximena Bellido, madre de sus dos hijas, Manuela y Antonia. Aunque siempre mantuvo bajo perfil, dejó de mostrarse públicamente con ella desde 2016, año en que su relación habría llegado a su fin.

Ana y Salvador se conocieron durante las grabaciones de El regreso de Lucas (2016), donde compartieron elenco. Pero fue luego de formar una amistad y con el paso del tiempo que el vínculo tomó fuerza: ella se sumó a trabajar en producciones teatrales dirigidas por él, y el tiempo consolidó lo que al principio era solo una afinidad artística.

Lejos del ruido de la farándula, la pareja optó por mantener su historia en la intimidad. Sin embargo, fueron vistos juntos en eventos culturales, y sus apariciones compartidas en redes confirmaron lo que muchos intuían.

Hoy, ambos disfrutan de una relación estable y madura. Ana María Orozco reparte su tiempo entre el teatro, la actuación y la vida familiar. Salvador, que dejó la política tras su paso como ministro de Cultura y premier del Perú, se enfoca en la dirección teatral y la escritura. 

 

F.A